La pandemia de COVID-19 hasta ahora ha infectado a 65 millones de personas y sigue cobrando 70.000 vidas cada semana, que puede provocar una posible hambruna mundial catastrófica en los próximos meses, por lo que la vacuna contra el coronavirus y su aplicación representan la esperanza para la humanidad.

Coincidieron en señalar expertos panelista que participaron en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), del período extraordinario de sesiones sobre la pandemia de COVID-19, que se efectuó los días 3 y 4 de diciembre de 2020.

El segundo día de una sesión especial, sin precedentes, que es la  primera en abordar una pandemia y que contó con tres paneles de discusión interactivos durante los cuales los oradores arrojaron luz sobre la respuesta del sistema de las Naciones Unidas, el proceso de desarrollo de vacunas y cómo garantizar que prepare al mundo para futuros brotes.

Al inaugurar el programa de un día de duración, el presidente de la Asamblea General, Volkan Bozkir (Turquía), dijo que los Estados miembros al más alto nivel político se habían reunido en un enfoque multilateral integral para combatir “una enfermedad que no reconoce fronteras”.

Añadió que “no podemos descuidar nuestros deberes para con las personas a las que servimos en este momento de crisis”, señaló la necesidad de mantener los esfuerzos hacia el desarrollo sostenible y las economías verdes incluso en medio de la crisis.

Amina J. Mohammed, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas, destacando la respuesta inmediata de la Organización en términos de servicios de salud, necesidades humanitarias y apoyo a los gobiernos nacionales, dijo que estos esfuerzos han ayudado a 71 países a implementar más de 300 políticas de protección social, apoyó la provisión de suministros de agua, saneamiento e higiene a 25 millones de personas y ayudó a más de 100.000 empresas a mantenerse a flote.

“Pero somos muy conscientes de que nuestra respuesta debe ir más allá”, agregó, ya que no será fácil reducir la pobreza y la desigualdad, realizar plenamente los derechos de las mujeres y las niñas y hacer la transición a una economía verde con trabajo decente para todos.

En tanto Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por videoconferencia desde Ginebra, dijo que aunque la crisis sin precedentes ha tensado el tejido mismo del multilateralismo, también ha demostrado las capacidades de las Naciones Unidas.

En estrecha colaboración con otras importantes organizaciones de las Naciones Unidas, la OMS ha proporcionado equipo de protección personal a 179 países y territorios.

“La pandemia es muestra de lo que la humanidad es capaz de hacer en su mejor y peor momento”, dijo, pero con 65 millones de personas infectadas y 1,5 millones de muertes en todo el mundo, las respuestas que involucran solidaridad y sacrificio muestran que el virus puede ser domesticado y detenido, mientras donde hay desinterés el virus prospera y se propaga.

Los avances positivos en el desarrollo de vacunas revelan que “la luz al final del túnel se hace cada vez más brillante”, dijo, al tiempo que advierte que los pobres no pueden dejarse llevar por los ricos y poderosos en la prisa por los tratamientos.

En abril, la OMS estableció el Acelerador de Acceso a las Herramientas COVID-19 (ACT) para entregarlas y ya ha obtenido 120 millones de pruebas rápidas de bajo costo y otras disposiciones, con 189 países y economías que también participan en la Facilidad COVAX.

Sin embargo, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ACT-Accelerator enfrenta una brecha de financiamiento de $4,3 mil millones, con otros $ 23,9 mil millones requeridos en 2021.

Peligroso futuro de muertes por COVID-19 y hambre extrema.

​​A su vez, Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, destacó que “todavía estamos en una situación muy, muy difícil y peligrosa”, con 4,4 millones nuevos casos y 70.000 muertes cada semana. Se necesitan estrategias coherentes e integrales, ya que es de esperar que una vacuna esté cerca, “pero la vacunación no equivale a COVID cero”, dijo.

Del mismo modo, David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), advirtió sobre el hambre y la inseguridad alimentaria mundiales alarmantes, y el número de personas “marchando hacia la inanición” aumentó de 135 millones a 270 millones a medida que se desarrollaba la pandemia.

Destacó que el 2021 será catastrófico. “La hambruna está literalmente en el horizonte y estamos hablando de los próximos meses”, dijo. Al señalar cómo el PMA intervino para entregar ayuda cuando la industria aérea mundial cerró al comienzo de la pandemia, advirtió nuevamente que 2021 corre el riesgo de convertirse en el peor año de crisis humanitaria desde la fundación de las Naciones Unidas, “y tendremos que dar un paso arriba”.

Con una nota similar, Mark Lowcock, Subsecretario General de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia, dijo que, en ausencia de asistencia humanitaria, están en juego las vidas de 235 millones de personas: un aumento del 40%, de la pobreza en los Estados Unidos, por primera vez en 20 años, mientras que la esperanza de vida disminuirá.

Importante evitar una gran hambruna.

 A pesar de $ 4 mil millones recaudados hasta ahora para el Plan de Respuesta Humanitaria Global para COVID-19, y unos $ 2 mil millones distribuidos en pagos de protección social, la diferencia que se está haciendo es demasiado pequeña en relación con el desafío. El lanzamiento de la vacuna debe realizarse correctamente. “No financiemos las vacunas a expensas de los programas de seguridad alimentaria o las vacunas de rutina. Eso empeoraría las cosas ”, advirtió.

En tanto, Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, señaló que la pandemia ha dejado a 80 millones de refugiados y desplazados internos particularmente vulnerables a los peligros para la salud y otras consecuencias.

La mayoría de los refugiados se encuentran en países pobres, un hecho que requiere un enfoque especial. Desde el primer día, su Oficina se ha esforzado por estar presente donde sea necesario. Eso no fue fácil cuando viajar fue difícil, pero su personal encontró formas de adaptarse, utilizando tecnología y basándose en la cooperación con proveedores locales indispensables.

Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres), dijo que las mujeres y las niñas en particular se han visto muy afectadas por la crisis y que los paquetes de estímulo del Gobierno, deben dirigirse a ayudarlas para abordar los problemas subyacentes de la discriminación.

Asimismo, Natalia Kanem, Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), dijo que la comunidad internacional debe escuchar a las comunidades para saber qué mujeres están perdiendo el acceso a la anticoncepción a medida que avanza la pandemia. Perder la capacidad de controlar su fertilidad conducirá a embarazos, agregando otra carga al virus y exponiendo más desigualdad.

Centrándose en los aspectos científicos de la pandemia, Soumya Swaminathan, Director Ejecutivo y Científico Jefe de la OMS, señaló que sin la inversión en tecnologías y nuevos modos de administración de vacunas, los científicos no habrían podido pasar tan rápidamente a los ensayos.

“Es un récord, es absolutamente increíble que en unos 320 días, a partir de la secuencia genética del nuevo virus, se esté haciendo pública una vacuna”, recalcó, señalando la vacuna china con autorización de uso de emergencia.

Uğur Şahin, fundador de BioNTech, dijo que después de reconocer que el brote probablemente se convertiría en una pandemia, su empresa de biotecnología cambió sus operaciones de desarrollar una vacuna contra el cáncer a una vacuna COVID-19, alineándose con diferentes grupos de científicos para realizar la investigación, lo que permitió crear una vacuna segura y altamente eficaz.

“Creamos un programa 24 horas al día, 7 días a la semana llamado Lightspeed”, dijo, y señaló que la empresa se asoció con colegas de Estados Unidos y otros. 

Seth Berkley, director ejecutivo de la Alianza Global para Vacunas e Inmunización (GAVI), dijo que se están realizando esfuerzos para garantizar que 2 mil millones de dosis de una vacuna estén disponibles para aquellos que de otro modo no podrían pagarlas.

Se estableció un fondo para ayudar a las pequeñas economías a adquirir dosis de una vacuna y, por su parte, GAVI reservó 150 millones de dólares para trabajar con socios y ayudar a los Estados Miembros a establecer redes de distribución una vez que se implementan las vacunas.

En cuanto a las consecuencias económicas de la pandemia, Mari Pangestu, Directora Gerente de Políticas de Desarrollo y Alianzas del Banco Mundial, dijo que su daño duradero está creando retrocesos económicos y sociales en todo el mundo y alejando a los países de su progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para prevenir más daños y reconstruir mejor, la institución está brindando asistencia de emergencia para las necesidades sociales y de salud, así como $ 12 mil millones en financiamiento para la compra y distribución de vacunas. También se deben realizar pruebas y contención del virus, dijo, y advirtió que la comunidad internacional y sus instituciones deben estar preparadas para la próxima crisis.

A los paneles interactivos siguió la continuación del debate general del 3 de diciembre, durante el cual formularon declaraciones los Presidentes de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad.

Durante el debate general también intervinieron ministros y altos funcionarios gubernamentales de Mozambique (en nombre de la Comunidad de Desarrollo del África Meridional (SADC), Brunei Darussalam, Eslovenia, Estados Unidos, Marruecos, Jamaica, Bután, Irlanda, Polonia, Ucrania, Nicaragua, Portugal , Rumania, Libia, Madagascar, Sri Lanka, Paraguay, Reino Unido, Argentina, Países Bajos, Georgia, Ghana y Liberia.