* La primera acción será una mesa técnica con periodistas y comunicadoras sobre el lenguaje en torno a la menstruación y los derechos menstruales
* Buscan construir de manera colaborativa un proyecto de Ley integral y libre de estigmas que garantice los derechos menstruales en toda Latinoamérica
Ciudad de México.- Verónica Delgadillo García, senadora de la República e impulsora de la agenda de la menstruación en México; Isis Tijaro, antropóloga colombiana y experta en asuntos sobre menstruación, y Anahí Rodríguez, menstruactivista de la Colectiva Menstruación Digna México, presentaron hoy el Movimiento Reglas sin Reglas, por los derechos menstruales en Latinoamérica y el Caribe.
“Nuestro objetivo es ser un movimiento articulador de diálogos y esfuerzos individuales, colectivos, públicos y privados para garantizar los derechos menstruales en toda Latinoamérica y El Caribe; queremos avanzar en conjunto para que la agenda se construya de manera integral, a través de un lenguaje en común libre de estigmas”, mencionó Delgadillo García.
En ese sentido, Tijaro explicó que “la agenda por los derechos menstruales es relativamente nueva a nivel global, está en proceso de construcción y se transforma de manera constante. Aplaudimos que cada vez más colectivos, movimientos, organizaciones, instituciones y personas se sumen a ella porque ayuda a visibilizarla y ponerla en el debate público, y al ser una agenda tan nueva también es un territorio fértil para crear un único proyecto de ley integral”.
A su vez, Anahí Rodríguez dijo que quieren “conjuntar el conocimiento y experiencias para que las personas puedan llevarlo a sus países de la mejor manera”.
Hizo un llamado público “a las colectivas, gobiernos, servidoras públicas y a todas las personas que se unan a este Movimiento, que aporten ideas, conocimiento, investigaciones, iniciativas, reflexiones y todo lo que hayan promovido en torno a la agenda de derechos menstruales, desde cualquier país de América Latina y El Caribe para contribuir y que podamos sacar adelante una agenda de derechos menstruales para Latinoamérica”.
Asimismo, las integrantes de Reglas sin Reglas, anunciaron su primera acción al abrir una convocatoria a las y los periodistas y comunicadores para participar en septiembre de este año en una mesa técnica sobre el lenguaje en torno a la menstruación y los derechos menstruales, además de hacer una invitación a medios de comunicación para ser cómplices del movimiento desde un lenguaje común libre de estigmas.
A lo largo de sus intervenciones, las convocantes puntualizaron cinco áreas de mejora en la agenda de la menstruación:
1).- El Traslado de proyectos de Ley desde otras regiones donde sus realidades son distintas, que hace que no sean viables
2).- La Concentración de la discusión en ciertos puntos, olvidando el resto de componentes de la misma como presupuestos, servicios de salud, producción de conocimiento, infraestructura, etc.
3).- El empleo de términos y conceptos que re-estigmatizan la menstruación
4).- Duplicidad de esfuerzos, sin considerar experiencias, conocimiento, aprendizajes y capacidades de distintas actoras y actores que simultáneamente están trabajando en la agenda
5).- La forma en la que se está comunicando sobre esta agenda en medios de comunicación y redes sociales.
Al finalizar, hicieron un llamado juntas a compartir códigos de colaboración en común que permitan construir y articular el movimiento y enumeraron cinco puntos denominados “nuestras reglas sin reglas”:
Impulsar la construcción de un lenguaje común, libre de estigmatización que permita dialogar y cocrear sobre una misma agenda.
Impulsar el pensamiento colectivo y el trabajo colaborativo como ejes del movimiento por los derechos menstruales.
Abrazar y sumar el conocimiento y la experiencia de las personas que se integran a este movimiento.
Impulsar el reconocimiento y la inclusión del trabajo de quienes han construido esta agenda.
Reconocer que esta es una agenda en constante movimiento, cambio y transformación, lo que los conceptos, perspectivas y ejes propuestos no son estáticos ni la última palabra.