Comparaciones necesarias

Porfirio Santibáñez Orozco

¿Cuánto cuesta estudiar una carrera universitaria en México y qué costo tiene hacer lo mismo en Oaxaca? ¿Los costos de la educación en nuestro medio tendrán que ver con los rezagos que padecemos, entre ellos el de seguir siendo un estado con un promedio escolar de sexto grado de primaria? No conocemos una respuesta precisa a la primera pregunta y tampoco estamos en condiciones de saber el impacto social de los costos de la educación para responder a la segunda.

Las familias mexicanas no están acostumbradas a llevar este tipo de contabilidad para calcular la inversión a realizar cuando uno, dos o más de sus integrantes deciden hacer estudios profesionales.

Por otra parte, para quienes dirigen la mayor parte de las instituciones educativas de carácter público en México y en Oaxaca, lo que cada alumno gasta en promedio al año no les incumbe y por lo tanto no pueden informar a la sociedad sobre el particular.

Recientemente Reforma hizo un sondeo para calcular los costos de ingreso de un estudiante universitario a 32 de las universidades públicas estatales y nacionales y el primer obstáculo con el que se topó fue la falta de información: 16 universidades, con página web y todo, no dan ningún dato sobre sus costos y entre las pocas que informan están la de Tabasco, Tlaxcala y otras.

La mayor parte de las universidades escrutadas por el diario capitalino no cuenta con reglamento de pagos. Sirve de muy poco decir que la falta de información sobre estos aspectos contraviene la ley ya que, según el investigador del Instituto de Estudios sobre la Universidad y la Educación Roberto Rodríguez, quienes dirigen a las universidades públicas están obligados a transparentar sus cobros.

La diferencia tan grande de las cuotas establecidas entre una institución y otra permite suponer que la mayor parte de ellas se fijan con criterios discrecionales.

Un estudiante que desee ingresar a la universidad de Aguascalientes tendrá que pagar 479 pesos por inscripción además de 7 mil 580 pesos, eso si, en 10 cómodas mensualidades además de 332 pesos por servicio médico. Si quiere entrar a la autónoma de San Luis Potosí tendrá que pagar 5 mil pesos por semestre en promedio y si aspira a inscribirse en la autónoma de Guerrero tendría que pagar mil 775 pesos de inscripción.

Según el sondeo, en la UABJO un estudiante debe pagar 181 pesos de inscripción y una aportación única que va de mil 500 a 4 mil pesos según la carrera que haya elegido.

Comparar estas cifras podría llevar a pensar que la UABJO no está tan mal pues es más barata que las del norte y está dentro del promedio de lo que seguramente cobran las del sur; sin embargo hay cifras que permiten suponer que eso no es tan cierto.

Un dato curioso: el costo de inscripción de las instituciones que se encuentran en el centro de la República es el más barato y permite el ingreso a las universidades más reconocidas nacional e internacionalmente.

Entrar a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) tiene un costo de 128 pesos, el ingreso anual a la primera universidad de América Latina, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cuesta 20 centavos al año y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) no cobra ni un centavo por ingresar a sus aulas.

¿Qué pasa con estas instituciones educativas? ¿Les dan tantos recursos por ser metropolitanas que no necesitan cobrar cuotas excesivas y al mismo tiempo discriminan económicamente con cualquier criterio a las de provincia? ¿El secreto está en el número y la calidad de sus proyectos? ¿Es uno de los rasgos más acendrados del centralismo que se deben eliminar? Abundaremos…