A través de su Programa de Atención a Migrantes, visitadores adjuntos gestionaron que se les brindara, cuando así lo requería la persona, servicio médico, atención psicológica, dieta adecuada, así como asistencia jurídica y consular.
El año pasado, la CNDH que preside Raúl Plascencia Villanueva, desarrolló 585 acciones de promoción, capacitación, vinculación y estudio de los derechos humanos de las personas migrantes, gracias a los cuales se impactó a un total de ocho mil 210 personas.
En 134 talleres de capacitación, sensibilizó sobre los derechos humanos de las y los migrantes, a cinco mil 625 personas, entre ellas servidores públicos federales, estatales y municipales.
Dichas actividades incluyen llamados a las autoridades de seguridad pública, migración y procuración de justicia, para que en la atención a las personas en movilidad actúen sólo en el marco de sus competencias y cumplan estrictamente con sus funciones.
Se les concientiza de abstenerse de realizar acciones de verificación de la calidad migratoria al margen de la ley y respetar el principio de legalidad. Subrayando que, de acuerdo con Ley de Migración y su Reglamento, sólo a solicitud expresa del INM, la Policía Federal podrá realizar labores de verificación migratoria.
Dentro de las acciones de promoción, personal de la CNDH organizó, participó o asistió a un total de 429 eventos de promoción de tipo privado y público, a través de los cuales se llevó el mensaje de la institución a 2 mil 585 asistentes.
Personal de la CNDH también atendió a otras siete mil 610 personas, al realizar 443 visitas a lugares de alta concentración de migrantes, pero que dependen de autoridades diferentes a las migratorias, como son, albergues y casas de apoyo, cruces fronterizos, puntos de revisión, aeropuertos, terminales ferroviarias y de autobuses.
Este Organismo público autónomo cuenta con 16 oficinas foráneas en donde desarrolla actividades de protección, promoción, capacitación y enseñanza en materia migratoria.
Debido a las condiciones de vulnerabilidad que enfrentan, las personas migrantes que transitan por México, ponen en peligro su vida y salud, y pueden resultar víctimas no sólo de delincuentes sino también de servidores públicos que los extorsionan.
Plascencia Villanueva ha reiterado que la condición de migrante que viaja de manera irregular no es impedimento para que esas personas puedan gozar de sus derechos humanos.
Insiste en que en todas sus actuaciones, los servidores públicos deben respetar los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos que marca la ley.
