“La estirpe del silencio”, de Sandra Lorenzano, literatura que habla de heridas invisibles como imborrables

Presenta “La estirpe del silencio”
La historia no contada de una leyenda de Hollywood, Rita Hayworth

* La estrella hollywoodense Rita Hayworth y su historia no contada sirven como pretexto para enlazar este texto sobre la tortura, trata de personas y el abuso sexual infantil en México y el mundo

Pachuca de Soto, Hgo. México., 27-ago-2015.- La historia no contada de una leyenda de Hollywood, Rita Hayworth y la intersección de su historia con la de otras mujeres, niñas aún, provenientes de Francia, con quienes coincide en un mismo punto geográfico en cierta etapa de su vida; niñas transportadas para ejercer la prostitución y el terrible e invisible drama del abuso sexual contra las mujeres, así como la gradual desconfiguración de sus personalidades hasta convertirlas en simple materia dúctil bajo el dominio de las perniciosas redes dedicadas a la tortura, trata de personas y el abuso sexual infantil.

Con tales pretextos, Sandra Silvina Lorenzano Schifrin, primogénita de un médico que devino en filósofo y de una escultora ruso-judeo-argentina; mujer primero, escritora después, hilvanó su novela “La estirpe del silencio”, que fue presentada en la Feria Universitaria del Libro, FUL 2015, organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), gracias a su propio Patronato y al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

Una novela con múltiples voces narrativas, polifónica, cuyo lenguaje lírico literario -la utilización de imágenes, además de la compleja estructura temporal que salta de los años 30 a los finales de los 80-, hacen de ella un texto aportador al mundo actual de las Letras y, al mismo tiempo, por su temática y discurso narrativo, es un texto de gran intensidad en el que se palpa el sufrimiento, no sólo físico, sino psicológico, de niños y niñas que sobreviven a sus torturadores, aunque los traumas que padecen los resienten durante toda su vida.

Los personajes principales son mujeres: Carmen Margarita Cansino es una de ellos, quien después fuera mundialmente reconocida como Rita Hayworth, la intérprete de la célebre cinta del cine negro “Gilda”, reconocida por la canción “Put the blame on Mame”; Annette y Claire y, claro, sus torturadores.

Es una novela que habla más allá del dolor y del silencio forzoso a que son sometidas las mujeres a lo largo de tres generaciones; un silencio involuntario disfrazado de amor. La novela se sitúa en Tijuana, un sitio geográfico, que a la postre es un microuniverso que puede asentarse en cualquier lugar del mundo.

Margarita es hija de Eduardo Cansino, un bailador de flamenco, que al ver las dotes y la belleza de su primogénita, la obliga a bailar y, cuando la pequeña tenía sólo 13 años la presenta como su compañera de baile en el famoso casino “Agua Caliente” de Tijuana, aquel lujoso complejo que era propiedad de Abelardo L. Rodríguez.

Corrían los años 30. Ahí, el padre, tras abusar de ella, la ofrecía a hombres de poder y la chantajeaba: “Todos los padres lo hacen ¿qué no quieres que tu mamá sea feliz, Maggie? Vete con ese señor, él te va a ayudar a triunfar”. Y Maggie (Rita) obedece y llora por las noches. Todas las noches.

Los otros personajes que se cruzan en destino con Rita, son las niñas Claire y Annette Ferry, de 15 y 8 años, quienes viven en París, en un departamentito con poca luz, modesta pero dignamente. Annette pensaba, según la novela, que “la verdadera luz estaba ahí”, porque Mary y Jacques, sus padres, convertían en día la noche en una fiesta continúa para ellas y recuerdan que vivían una vida modesta pero muy cuidadas, con mucho cariño.

“Pero resulta que Jacques se quedó con las ganas de ser artista, pero no con las ganas de conocer París, su historia, su arte y sus museos. No iba a la iglesia porque le parecía que perdía el tiempo y que sus hijas debían crecer sin prejuicios y las llevaba a enfrentarse al Louvre, a los bosques de Bologna. Eran queridas, sin embargo, la vida cambia en un minuto y a veces en segundos. Son atropellados y se acerca a ellas un sacerdote de la iglesia cercana y le dice a Claire que puede ayudarla a conseguir marido, pero tiene que irse a México y, por supuesto, llevarse a su hermana Annette, 7 años menor”.

“Y aceptan por la desesperación, llegan a Veracruz, y ahí las recibe Norberto Cruz de 27 años, el prospecto de esposo de Claire; ellas habían conocido a una pareja recién casada, Martín Reyes y Adela, su esposa, con quienes hacen una buena relación. Al tiempo, Norberto no prepara la boda, pero sí hace uso sexual de Claire; y vende a la pequeña Annette a sus amigos, so pretexto de invitarla al parque a tomar un helado”, narra Rosa María Valles, la presentadora de la obra de Lorenzano.

Más tarde, Annette es enviada a un internado. Claire muere en una amenaza de aborto abandonada por Norberto y entonces Annette busca que la familia Reyes la rescate del internado. Lo hacen y se van a vivir a Tijuana, fundan un restaurante y ahí, Annette es impulsada a prostituirse en las inmediaciones de ese mismo casino donde deambula Rita. El cómo es sometida, amedrentada, utilizada y su sufrimiento no le importa a nadie, es el hilo conductor entre las dos historias que revelan la sincronía histórica del abuso, maltrato y violencia contra las mujeres, desde unas anónimas inmigrantes, hasta una sobresaliente estrella que parecería inmune a tales degradaciones.

Rita Hayworth al fin es llevada a Hollywood, se convierte en el sex-symbol de los años 40 y se casa cinco veces. Muere de Alzheimer y nunca reveló a nadie las atrocidades del infierno que vivió siendo abusada y prostituida por su propio padre.

“La estirpe del silencio”, dice su autora, “no es historia, ni periodismo, ni denuncia, sólo quiere reflejar el dolor, la impotencia, el sufrimiento secular de las mujeres que sufren violencia, desde entonces, desde antes y hoy en día”, aclara.

Estudiosa también de los fenómenos emocionales que prosiguen al exilio, la escritora borda en el tema sustancial de los feminicidios, pero más aún, de la violencia callada que padecen las mujeres: “es sólo una novela, es el hablar de un tema que creo que a nadie en nuestro país le resulta indiferente: la violencia hacia las mujeres que alcanza grados tan brutales en nuestro país que estamos en el ‘top ten’ de maltrato y feminicidios; conocemos los casos de las muertas de Ciudad Juárez, los de las muertas del Estado de México; pero reconocemos, sobre todo, la violencia intrafamiliar que hay en nuestra sociedad y que se silencia porque de eso no se habla.

“Podemos hablar que se encontraron no sé cuántas chicas muertas en Ciudad Juárez, pero no decimos nada del maltrato que reciben las niñas y las jóvenes o las mujeres dentro de su propio hogar, por los padres, los hermanos, a veces los novios o los maridos, sólo escribí una novela; pero me queda claro que quien escribe se ocupa de sus preocupaciones; escribe con todo su compromiso de aquello que le significa algo en la vida. Es también una novela de amores, de complicidades entre hombres y mujeres; historias de solidaridades que permiten trascender todo lo que han vivido de dolores y atrocidad, eso es ‘La estirpe del silencio’”.

Rita Hayworth, como figura conocida, le permitió a Sandra Lorenzano, como investigadora, ahondar sobre el tema para construir las historias que ofrece en su novela y que llegan a las conciencias, a los ojos de los lectores para brindar, según su autora “un abrazo a aquellas que han sufrido en carne propia un historial de dolor igual, semejante o similar”.

Sandra Lorenzano, argentina de nacimiento pero mexicana (argen-mex, dice ella) por permanencia desde el año 1976 —año del golpe de Estado encabezado por el general Jorge Rafael Videla—, es doctora en Letras por la UNAM, investigadora en la UAM, poeta, ensayista y narradora, además vicerrectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana y forma parte del Sistema Nacional de Creadores de Artes, autora de otras dos novelas (Saudades, de 2007 y Fuga en mí menor, de 2010) y un poemario (Vestigios, 2010).

La escritora de “La estirpe del silencio”, es también creadora, en el Instituto Mexicano de la Radio, del programa semanal “En busca del cuento perdido”, que también conduce; autora de los ensayos “Escrituras de sobrevivencia. Narrativa argentina” (la Mención Especial en el Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas) y de “Aproximaciones a Sor Juana” y “Políticas de la memoria: tensiones en la palabra y en la imagen”.

Se le reconoce como una de las 100 mujeres líderes de México por el periódico El Universal, afirmó Rosa Ma. Valles al hacer la introducción biográfica de Sandra Lorenzano durante la FUL 2015, en un auditorio Josefina García Quintanar repleto de jóvenes preparatorianos, además de devotos de la escritora.

josé

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