* Participan autoridades del norte de México y ONU Migración
Camilo Cruz / OIM México 2023
Chihuahua, Chihuahua.- Autoridades de Baja California y Chihuahua, del Gobierno Federal, miembros de sociedad civil, academia y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM/ONU Migración) analizaron el impacto del delito de la Trata de Personas con Fines de Explotación Sexual y Laboral sobre las personas migrantes en el norte de México, en especial entre mujeres y niñas, durante un foro en el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
“Es importante resaltar la relevancia de abordar este fenómeno delictivo desde la perspectiva de género, ya que afecta de manera desproporcionada a mujeres, niñas, y personas migrantes de la diversidad sexual”, dijo Jeremy Mac Gillivray, jefe de Misión Adjunto de OIM México, en la inauguración del III Foro “Uniendo Fronteras: Reflexiones sobre migración y trata de personas en el norte de México”.
La OIM, consciente del contexto de la frontera norte de México y de la importancia del fortalecimiento de la atención a personas migrantes víctimas de diversos delitos, organizó junto a la Comisión Interinstitucional contra la Trata de Personas del Estado de Baja California, el Consejo Estatal contra la Trata de Personas del Estado de Chihuahua y la Comisión Intersecretarial a nivel federal este espacio de diálogo.
El encuentro abrió un espacio de reflexión e intercambio de experiencias respecto a los principales desafíos y oportunidades en las respuestas de los estados de Baja California y Chihuahua en la prevención, persecución, atención y protección de víctimas de trata de personas, con énfasis en los riesgos que existen y las necesidades que hay en la atención a las personas migrantes que son víctimas de este delito.
Este grave delito no es un fenómeno aislado, es un crimen que perjudica a personas en situación de vulnerabilidad y se relaciona con factores estructurales como la pobreza, exclusión, desigualdad, violencia de género, corrupción, impunidad y la falta de oportunidades y de acceso a la educación.
Según el Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), del total de víctimas de trata detectadas en América del Norte (México, Estados Unidos y Canadá), el 61 por ciento son mujeres, 21 por ciento, niñas; 14 por ciento, hombres, y cuatro por ciento niños.
Por ello la OIM impulsó durante el foro un enfoque integral que aborde la trata de personas desde una perspectiva de género y derechos humanos, lo cual implica reconocer este delito como una forma de violencia contra las mujeres, así como la importancia de considerar las particularidades y vulnerabilidades específicas de las personas migrantes que sean víctimas de este delito.
Para Cynthia Gutiérrez, investigadora asociada del Colegio de Chihuahua, en México existe un significativo subregistro de casos de trata de personas que impide dar cuenta de la magnitud del problema. Sin embargo, afirmó que estamos ante una grave violación a los derechos humanos y un problema público complejo que hay que atender.
“México es considerado un territorio de origen, tránsito y destino de la trata de personas, ya que se han identificado diversas zonas del país en las que se concentra el fenómeno; entre estas se encuentran varias ciudades de la frontera norte, que debido a su dinamismo económico y a su proximidad con los Estados Unidos se han convertido en el destino de múltiples grupos poblacionales en movilidad que buscan mejorar sus condiciones de vida”, agregó la también docente de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
Además de promover que se transversalice la perspectiva de género en la respuesta a la trata de personas, en el foro se abordaron los factores de riesgo existentes en sectores relevantes para ambos Estados como el trabajo agrícola, los vínculos entre trata y migración, y la relación de la trata con la desaparición de personas, ámbito en que se buscará reforzar las capacidades de las Comisiones Locales de Búsqueda para activar mecanismos de respuesta especializados, e impulsar la actividad de las Comisiones Interinstitucionales de Trata de Personas.
Además, el encuentro de dos días ofreció la oportunidad de diálogo y reconocimiento de las iniciativas exitosas, retos y desafíos identificados en la consolidación de las Comisiones y Consejos estatales contra la Trata de Personas con el propósito de fortalecer las capacidades locales, fomentar la colaboración entre los actores involucrados y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de abordar este tema de manera integral.
Naciones Unidas considera que solo con la participación de todos los sectores sociales, en todos los niveles y desde todos los ámbitos, se logrará prevenir que se lucre con las personas migrantes con conductas como la trata de personas.