Ciudad de México.- La Conferencia General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) inició este martes sus trabajos bajo la presidencia de la embajadora Alicia Buenrostro Massieu, representante permanente de México ante los Organismos de Naciones Unidas en Viena.
La Conferencia General celebra una reunión ordinaria anual para estudiar y aprobar las actividades del Organismo para el próximo año. Paralelamente, se celebrará un foro científico sobre temas relacionados con la ciencia y la tecnología nucleares. En esta ocasión, la conferencia cuenta con la participación de 45 ministros y dos mil 910 delegados de 171 países.
En los últimos años, la ciencia y las aplicaciones nucleares han logrado un avance significativo para sus usos pacíficos en la generación de energía limpia, atención de la salud, combate a plagas, mejoras para la agricultura y la alimentación humana, atención de problemas ambientales, combate al cambio climático y en el desarrollo de técnicas y herramientas para el mejor manejo de los recursos hídricos, entre otros muchos rubros.
El Organismo cuenta con un valioso programa de cooperación técnica que ha dado grandes beneficios a México; particularmente en la medicina nuclear para el tratamiento del cáncer, la erradicación del dengue y técnicas para el mejoramiento de la agricultura, así como con la capacitación de recursos humanos para garantizar la seguridad de instalaciones y materiales nucleares en nuestro territorio.
México asume la responsabilidad de la presidencia de la 63a Conferencia General del OIEA como reconocimiento a su prestigio internacional a favor del multilateralismo y de la cooperación internacional para encontrar soluciones solidarias a los problemas que enfrenta la humanidad desde el mandato y las capacidades del OIEA.
La diplomacia de México ha estado comprometida con el desarme nuclear a lo largo de varias décadas, por lo que seguiremos promoviendo la prohibición y eliminación total de las armas nucleares.
Asimismo, México continuará trabajando para fortalecer y complementar el régimen establecido por el Tratado de Tlatelolco, que hizo de América Latina y el Caribe la primera zona del mundo libre de armas nucleares.