Ciudad de México., 25-sep-2016.- Con ponentes de 30 países y la presencia de más de dos mil asistentes concluyó el Primer Encuentro Global de Cocina Tradicional en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), para dar a conocer e impulsar a México como una potencia mundial de tradiciones y culturas culinarias.
Este encuentro logró reunir a más de 100 exponentes culinarios de los cinco continentes, además de 11 entidades federativas de México. A lo largo de tres días, se realizaron conferencias y talleres con cocineras tradicionales y chefs de diferentes partes del mundo.
Este es un evento inédito a nivel mundial debido a su especificidad, alcance y trascendencia ya que es la primera ocasión en que las y los cocineros tradicionales fueron los protagonistas por derecho propio.
Hoy en día, se reconoce el papel que juega México, al desempeñar un papel único en el ámbito internacional al impulsar políticas de protección, rescate y salvaguardia, del patrimonio cultural, en especial de las cocinas tradicionales.
La gastronomía mexicana forma parte de las políticas públicas que el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha implementado en su administración y que atraviesa diferentes sectores, como el de cultura, turismo, agricultura, educación y relaciones internacionales. En este esfuerzo participan 18 secretarías y entidades del Gobierno, a los que se suma el sector privado.
Durante la clausura, la titular de la SRE, Claudia Ruiz Massieu, destacó que “las actividades gastronómicas impulsan, cinco millones y medio de empleos en nuestro país, y representan el dos por ciento del producto interno bruto” en ese sentido “el 30 por ciento de la derrama económica del turismo que visita México, se hace en el rubro de los alimentos”.
Ruiz Massieu recordó las acciones que la cancillería ha emprendido en los últimos meses: “El cuerpo diplomático de cocineros, otra iniciativa sin precedentes para que chefs y cocineros sean nuestros embajadores culinarios por el mundo”.
También, destacó el distintivo “Ven a Comer” que acredita a los establecimientos que en otros países difunden y preservan los platillos tradicionales mediante el empleo de ingredientes, métodos y utensilios genuinos.
Para finalizar, la canciller concluyó: “La cocina cruza fronteras y une naciones, por eso hay que protegerla, revalorizarla y difundirla, tanto por su valor cultural intrínseco como por su potencial económico es un proyecto que requiere estrategia, constancia y visión de largo plazo”.