- La OMS estima que habrá unos 200 millones de personas contagiadas en las próximas dos semanas.
Todas las variantes son peligrosas y las nuevas mutaciones pueden serlo aún más, porque el coronavirus se va haciendo más fuerte y rápido, alerta la agencia sanitaria mundial, llamando nuevamente a mantener las medidas de protección y a distribuir equitativamente las vacunas. El responsable del organismo invita a los atletas olímpicos a convertirse en embajadores de la solidaridad para combatir la pandemia.
La variante Delta del coronavirus ha impulsado el aumento de los casos de COVID-19 en todo el mundo, con presencia en 132 países de cinco de las seis regiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), informó la agencia este viernes.
Esa variante es la más contagiosa de las que se conocen hasta ahora, más aún que la Alfa, que dominó la ola de contagios de principios de año. La OMS estima que habrá unos 200 millones de personas contagiadas en las próximas dos semanas.
En su conferencia de prensa semanal sobre la situación de la pandemia, la epidemióloga líder de la agencia de la ONU, señaló, no obstante, que se ha observado que la variante Delta provoca numerosos casos graves y hospitalizaciones, aunque causa menos muertes.
Todas las variantes son peligrosas
La doctora Maria Van Kerkhove indicó que la Delta es hasta un 50% más contagiosa que otras variantes, “pero todas son peligrosas”, dijo, instando a mantener las medidas sanitarias de protección.
“La variante Delta es peligrosa, es la más transmisible que se conoce, pero no será la última, habrá más. Los virus se hacen más fuertes cuando van circulando más y se hacen más transmisibles, así funcionan los virus”, alertó.
Agregó que los científicos de todo el mundo están estudiando para entender el comportamiento de esta variante.
Van Kerkhove apuntó que hay varias razones que podrían explicarlo, entre ellas que hay ciertas mutaciones que permiten que el virus se adhiera más fácilmente a las células e incrementen su capacidad de replicación.
La experta insistió en la urgencia de aumentar el acceso a las vacunas, pero sin dejar de lado las medidas eficaces que se conocen: usar cubrebocas, lavarse las manos frecuentemente, ventilar los espacios cerrados, no hacer reuniones numerosas en espacios cerrados.
“Este virus se propagará si le permitimos que lo haga. Tenemos que hacer todo lo que podamos para protegernos”, subrayó Van Kerkhove, recordando que existen las herramientas para hacerlo.
Sin cambio de plan
El director de emergencias de la OMS coincidió con la epidemióloga al decir que el coronavirus se ha hecho más fuerte y rápido.
Sin embargo, eso no cambia el plan para controlarlo “porque funciona, sólo tenemos que implementarlo más rápidamente y distribuir más equitativamente las vacunas. Si no lo hacemos así, estamos luchando contra nosotros mismos”, apuntó Mike Ryan, afirmando que el esquema de vacunación completo es efectivo contra la variante Delta.
“La Delta es una advertencia de que el virus está evolucionando y es una llamada a la acción: tenemos que avanzar ahora, antes de que surjan variantes más peligrosas”, enfatizó Ryan.
Podríamos estar mejor
El doctor Bruce Aylward, asesor de la OMS, también se refirió a la desigual distribución de las inmunizaciones y sostuvo que el mundo podría estar en una mejor situación si el acceso fuera equitativo.
“Se han administrado más de 4000 millones de dosis de las vacunas, si se hubieran administrado a los mayores de 60 años y personas en riesgo del mundo, se podría haber vacunado ya dos veces a todas las personas en riesgo del planeta, pero no se ha hecho de ese modo”, detalló.
Agregó que las tasas de vacunación de los países de renta baja están diez veces por debajo de las de los países ricos y, de cara a la variante Delta, el resultado será que pagarán un precio muy diferente.
Todas las vidas valen lo mismo
“Esto no debería ser así, no es correcto pensar en términos del avance de cada país o región, sino unirnos como comunidad internacional. Si todas las vidas valen lo mismo, todas se deberían proteger igualmente”, puntualizó.
Aylward continuó para afirmar que es realista llegar a un 50-60% de vacunación en el mundo para fin de año, “pero dependerá de la voluntad”, sentenció.
Respuesta a la variante Delta
Por su parte, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus informó que menos del 2% de las dosis administradas a nivel mundial se han aplicado en África y que sólo el 1,5% de la población del continente está completamente vacunada.
El director general de la OMS aseveró que éste es un problema muy serio que se debe abordar para ponerle fin a la pandemia.
Añadió que como respuesta al aumento repentino de la variante Delta, el Acelerador de Herramientas contra el COVID-19 lanzó una respuesta específica llamada RADAR que requiere 7700 millones de dólares para pruebas, tratamientos y vacunas.
Además hará falta financiamiento adicional para que el mecanismo COVAX compre más vacunas para 2022, dijo Tedros.
“Esta inversión es una pequeña parte de la cantidad que los gobiernos están gastando para lidiar con COVID-19. Y ahora la cuestión no es si el mundo puede permitirse hacer estas inversiones; es si puede permitirse no hacerlo”, destacó.
Espíritu olímpico de solidaridad
Cuando se le preguntó si su asistencia a la inauguración de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 fue un mensaje contrario a las medidas que recomienda la OMS, Tedros aseguró que el propósito de su viaje fue usar esa plataforma “para decirle al mundo que necesitamos el espíritu olímpico de solidaridad y unidad para acabar con la emergencia sanitaria”.
Actualmente, sólo el 1,5% de la población de África se ha vacunado, mientras que en otros lugares la inmunización alcanza un 70% “¿eso está bien? Es una pregunta que quise plantearle al mundo”, defendió.
Abundó que la celebración en este momento de los Juegos Olímpicos no permitirá que se olvide lo que ha ocurrido. “La foto del portador de la antorcha olímpica con cubrebocas debe ser un recordatorio para las futuras generaciones de lo que significó esta pandemia”.
Finalmente, invitó a los atletas participantes en la olimpiada a convertirse en “embajadores de la solidaridad”.
“Queremos que cuando regresen a sus países aboguen por las medidas para acabar la pandemia”, concluyó Tedros.