Con esas declaratorias, México suma 31 bienes inscritos en esa lista de la UNESCO: 25 Sitios Culturales, cuatro Sitios Naturales y ahora un Itinerario Cultural
México, DF.- El Camino Real de Tierra Adentro y Las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla, en los Valles Centrales de Oaxaca, fueron declarados este domingo como Patrimonio Mundial en una reunión que se realiza en Brasil.
Con esas declaratorias, México suma 31 bienes inscritos en esa lista de la UNESCO: 25 Sitios Culturales, cuatro Sitios Naturales y ahora un Itinerario Cultural, lo que refrenda su liderazgo en América Latina, destacó el Instituto Nacional de Antropología (INAH).
En un comunicado, explicó que la decisión fue tomada por los miembros del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, en el marco de su 34 reunión, que se lleva a cabo en la capital brasileña.
La delegación mexicana presente en esa cita para presentar dos de las 39 candidaturas que discute el Comité de Patrimonio Mundial, está integrada por Francisco López Morales, director de Patrimonio Mundial del INAH; Lourdes Juárez, directora de Asuntos Internacionales de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas de la Semarnat, y Bruno Ríos, encargado de Asuntos Multilaterales de la Embajada de México en Brasil.
Por su parte, la candidatura de Las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla en los Valles Centrales de Oaxaca, quedó inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, en la categoría de Paisaje Cultural.
Estos espacios albergan los testimonios más importantes del inicio de la civilización en América; en la llamada Cueva Guilá Naquitz (Piedra blanca, en zapoteco), donde se hallaron semillas de calabaza con 10 mil años de antigüedad, los restos más tempranos de plantas domesticadas conocidas hasta ahora en el continente.
La trascendencia de este sitio es sólo comparable con los primeros vestigios de domesticación de la cebada y el trigo en el Medio Oriente, o lugares como Head Smashed, en Buffalo Jump Complex, al suroeste de Canadá, un cementerio de bisontes; y las Minas Neolíticas de Sílex de Spinnes à Mons, Bélgica.
Se trata de un área que además de haber sido refugio de grupos de cazadores-recolectores hace 10 mil años, lo fue también de carrancistas durante la Revolución y, aún hoy, de pastores.
La candidatura de este bien mexicano representó un trabajo arduo si se considera que el expediente —enviado previamente por el INAH a la UNESCO— comprende un área de cinco mil hectáreas, las cuales están distribuidas entre los ayuntamientos de Tlacolula de Matamoros, Villa Díaz Ordaz y San Pablo Villa de Mitla, en esta última destaca la comunidad conocida como Agencia Unión Zapata.