El consultor Emilio Álvarez Icaza, ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, sostuvo que el nuevo gobierno de Oaxaca, que encabezará Gabino Cué Monteagudo, a partir del 1 de diciembre, tendrá que construir nuevos ritos, mitos y símbolos, en un contexto democrático, para generar las condiciones de paz, reconciliación y democracia para todos los oaxaqueños.
Al dictar una conferencia magistral en la capital oaxaqueña, en el marco del ciclo “Oaxaca: diálogos por la transición”, Álvarez Icaza dijo que el gobierno de Gabino Cué necesariamente debe poner en el centro de la legitimidad la gestión de los derechos humanos y mencionó que en el país ha habido varios procesos de transición, y no han sido necesariamente una transición democrática, por lo que en Oaxaca hay una gran esperanza.
“El precio de la herencia e inercia en contextos autoritarios es tan grande que no basta la voluntad de una persona, por muy honesto o buena persona que sea, se necesita la participación de todos”, expresó el ex director del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos).
También recordó que Estados que han pasado de un régimen autoritario a uno democrático, tienen el centro de su legitimidad en poner en el sello la gestión, el compromiso, el respeto, la educación y la promoción de los derechos humanos. Pero en tanto los gobiernos y las sociedades construyan un nuevo pacto social fundado en el respeto a los derechos humanos, entonces se podrá generar la condición para así decir esta es una transición democrática, explicó.
“Oaxaca tiene la oportunidad de poner en su Constitución los derechos humanos y generar la institucionalidad y la política pública que hagan cumplir estos principios”, subrayó el ex consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal
Enfatizó que Oaxaca se vuelve paradigmática porque tiene el sello de esperanza y la condición de pasar de la retaguardia a un laboratorio nacional de avanzada, en términos de la construcción de un pacto social democrático.
Para ello tiene que ponerse el acento en tres temas: la revisión del pasado y la justicia transicional, política pública y derechos humanos, institucionalidad democrática y derechos humanos.