Ejecución de priista empaña comicios en Oaxaca

Las diferencias políticas ahora se dirimen a balazos
Las ejecuciones con claro tientes políticos o sociales han ido creciendo en forma alarmante

Entrelineas

Miguel Ángel Schultz

Todos sabemos que en Oaxaca la muerte tiene permiso, que las diferencias políticas ahora se dirimen a balazos. Por ello, según recuento del secretario de Organización del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Joaquín Rodríguez Palacios, hasta septiembre pasado se contabilizaban 487 las personas que habían sido asesinadas como resultado de su participación en algún conflicto social o político en lo que va del sexenio del Gobierno del Cambio de Gabino Cué Monteagudo, quien sacó de Palacio, en los comicios del 2010, al partido tricolor, luego de 80 de gobiernos ininterrumpidos.

Las ejecuciones con claro tientes políticos o sociales han ido creciendo en forma alarmante, prueba de ello es la muerte de Uziel López Altamirano, abogado de profesión y ex consejero jurídico del municipio de Miahuatlán de Porfirio Díaz; así como representante propietario del PRI ante el Consejo Municipal Electoral de esa localidad, en las elecciones del 2013.

Durante el proceso electoral del 2013, el hoy extinto presentó una denuncia ante la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO) con fecha 1 de agosto del 2013, bajo el expediente CQD/PSE/188/2013, como Procedimiento Sancionador Especial en contra del ciudadano Medardo Ramírez Reyes, actual presidente municipal y contra los partidos que los postularon: Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo (PT), que conformaron la coalición Unidos por el Desarrollo, y sus respectivos dirigentes Juan Mendoza Reyes, Rey Morales Sánchez y Rafael Arellanes Caballero. Denuncia por actos anticipados de campaña, pero que fue desechada por infundada, prueba de la actividad jurídica electoral del hoy finado.

Los 103 kilómetros que separan a Miahuatlán de la capital del estado, no fueron suficientes para detener la mano de la muerte, ya que se dice que ante las amenazas recibidas, determinó poner distancia de su natal municipio cuatro días antes de su ejecución. En el lamentable hecho del pasado lunes, en el estacionamiento de la tienda Telcel de Avenida Universidad, también fue herida de gravedad su acompañante Socorro Hernández Guerrero, quien se debate entre la vida y la muerte.

Apenas, el pasado lunes 14 de diciembre, también lunes, fue acribillado el dirigente del PRD de Miahuatlán, Silvino Martínez Hernández, quien se desempeñaba como regidor de Comercio del Municipio. De acuerdo a la versión de los hechos, el dirigente perredista caminaba sobre la calle de Rivapalacios, a poca distancia de su casa, cuando le dispararon por la espalda.

Tanto el priista como el perredista habían manifestado su intención de buscar la candidatura para ocupar la presidencia municipal de Miahuatlán, por lo que no hay duda que el actual proceso en curso en Oaxaca, se tiñe con la sangre de quienes forman la clase política oaxaqueña. Está claro que la violencia política se ha desatado y que dado el clima de confrontación interna que existe entre dos de los principales partidos contendientes el PRI y el PRD, es necesario que se deponga toda actitud de confrontación y no permitir la violencia política y menos la física, por el bien no sólo de la clase política, sino por Oaxaca.

Por cierto, en la toma de protesta de las autoridades municipales de Miahuatlán estuvieron presentes la diputada Alejandra García Morlán y el entonces director del Instituto Estatal de Bachilleres de Oaxaca (IEBO), Oswaldo García Jarquín, en representación de Cué Monteagudo.

@MiguelAschulz

josé

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