El Metro por la Ciudad.

Por Octavio Aristeo López

Entre los más despreciables y molestos de los comerciantes ambulantes que ejercen el comercio informal al interior de las instalaciones del Metro de la Ciudad de México, son los “bocineros” y “pasilleros”, que venden productos falsificados, además, violentan el artículo 16 constitucional al causar molestia el reducir el espacio a los 5 millones de usuarios e impedir el libre desplazamiento; son violentos y agreden físicamente a los usuarios y familias, además, con sus actitudes de provocación y de saturación auditiva, no mejoran la calidad del servicio.
Los “bocineros” y “pasilleros” actúan con impunidad amparados por los jefes de estación, Inspectores, Auxiliares de Inspector, policías de la Policía Bancaria e Industrial (PIB) y de la Policía Auxiliar (PA) que prestan sus servicios al Sistema de Transportes Colectivo (STC), que en lugar de dedicarse a la vigilancia y seguridad, reciben un sueldo por ello, se dedican a la extorsión. No respetan la Constitución Política de los Estrados Unidos Mexicanos vigente por los intereses económicos establecidos.
Benito Juárez García, decía en una carta al austriaco Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena, segundo Emperador de México (El Primer Emperador fue Agustín de Iturbide), el 28 de mayo de 1864 “la historia contemporánea registra el nombre de grandes traidores que han violado sus juramentos y sus grandes promesas; que en estas traiciones el traidor ha sido guiado por una ambición de mando y un vil deseo de satisfacer sus propias pasiones y aun sus mismos vicios”. Servidores públicos viciosos que los corrompe las pasiones.
Recientemente observaron y comprobaron brigadistas estudiantes universitarios que en la línea 12 del Metro en el gobierno del Partido de la Revolución Democrática, que gobierna la Ciudad de México desde hace más de 16 años, tiene su aparato represor policiaco; tiene sus policías represores de todo movimiento estudiantil y utilizan el miedo; los estudiantes son considerados delincuentes en estos espacios públicos.
Mujer policía apunta con su arma reglamentaria contra a un joven, le dice: “Te voy a matar”. Mientras sigue prófugo el policía que asesino a menor en Huehuetoca, Estado de México. 14 niños pedían calaverita el Día de los Muertos, fueron encerrados en la cárcel y los padres fueron recibidos por policías a balazos al aire en Chiapas.
Es la prepotencia de los policías en una democracia electoral mexicana, que mata; esto demuestra que el asesinato de ciudadanos por policías es una rutina en México, tenemos otro ejemplo en el Municipio de Zapopan, tienen permiso a matar, el pueblo tiene derecho a defenderse y lo está haciendo. Porque no se respeta la Constitución mexicana vigente ni las garantías individuales ni los derechos humanos fundamentales en una sociedad que exige el respeto constitucional.
Existen fuerzas políticas ocultas que quieren que vuelva el México autoritario, el autoritarismo, que surja el México autoritario, que se privilegie el conflicto porque viven del conflicto permanente. Que corra sangre mexicana. Esta es la idea de reglamentar las manifestaciones en la Ciudad de México. Jóvenes mujeres que denuncian violación son acusadas de asesinato, jóvenes hombres son secuestrados y golpeados en presencias de policías, periodistas golpeados por policías, más patrullas para extorsionar al ciudadano, la violencia institucionalizada, violencia ejercida por las instituciones ante el inmovilismo de la sociedad y de la crítica, etcétera.
El PRD gobernó Michoacán durante 12 años, de 2000 a 2012, éste periodo se fortaleció el narcotráfico y grupos armados, la corrupción fue escandalosa; lo que está sucediendo en Michoacán es resultado de los gobiernos del PRD. Lo mismo está pasando en la Ciudad de México.
También, entre las tribus perredistas más radicales luchan a sangre y fuego por posiciones políticas, llenos de odios y traiciones son contratados vándalos a sueldo con el disfraz de activistas sociales. Generan violencia para deslegitimar acciones gubernamentales y beneficiar a los grupos que les realizan promesas, son mercenarios que actúan por dinero no por la defensa de causas sociales o políticas. No esta derrotado el EZLN sigue vigente, los guardias comunitarios siguen avanzando en Michoacán, Chontales bloquean pozos petroleros en Tabasco, el CNTE sigue en la Ciudad de México en el Monumento a la Revolución.
Hay quienes no pueden evadir ser corruptos, traicionar es parte de su naturaleza, son el lado oscuro del sistema político. Son adversarios muy peligrosos que se han dedicado al chantaje y a la extorsión desde que el PRD llego al gobierno de la Ciudad de México desde 1997, por lo que están en juego millones de pesos en canonjías y privilegios.
Otro mexicano ilustre y revolucionario mexicano José María Morelos y Pavón, presentó y leyó el 14 de septiembre de 1813 el punto doce de los Sentimientos de la Nación: “Que como la buena ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto”.
Por lo mismo, afirma mi amigo René Avilés Fabila, intelectual mexicano, “Dudo que entre los políticos mexicanos, que ya es mucho decir, haya uno con peor historial que Marcelo: del peor salinismo al más falso obradorismo, pasando por su nada célebre Partido de Centro. Su máxima ambición, la de su grupo que encabeza Manuel Camacho, segundo de Salinas por años, es la presidencia de México. Bejarano es un simple ladrón sin disfraz.”
Otro periodista agudo es Francisco Rodríguez, señala “Los hijos del secretario particular de Miguel Ángel Mancera son nuevos ricos “de la robo-lución”. Así lo interpretaron, al menos, sus compañeros de colegio –“el Alexander”–, a quienes platicaron que este fin de semana “patrio” viajarían a Acapulco en avión privado, con varios de sus compañeros de estudios, “para estrenar el departamento que SARE le regaló a su padre”.
Los jóvenes de la Ciudad de México están desilusionados ante la situación política actual, han perdido confianza en los políticos y en el sistema político, no sienten ilusión ni viven con ideales. No han perdido interés en la política, intentan, buscan otra forma de hacer política, más eficaz conectarse, cooperar y ser solidarios, como son los casos recientes en sus actos de protesta e inconformidad el aumento a la tarifas del Metro y de los microbuses que siendo unidades chatarra cobran un servicio como si fueron unidades nuevas y mejorar el servicio, esto es un robo permitido por las autoridades.
Saben los jóvenes que la corrupción y deshonestidad contagia a los que lo rodean, el que está en contacto con áreas corruptas o funcionarios públicos corruptos tiene una mayor probabilidad de ser víctima y ser parte de la corrupción; estas áreas de la administración local son de alto riesgo para la juventud universitaria formadas en las universidades públicas. Se roban el dinero y se van a vivir al extranjero, además, presentan títulos universitarios falsos.
¿La vida vale la pena ser vivida? Siguiendo a Camus probablemente podría responderse que sí, siempre y cuando el propósito fundamental sea rebelarse. Rebelar el pensamiento y los actos para afirmar la existencia, confirmarse en este mundo, en esta realidad. En una realidad en el salario mínimo, lo absorbió la tarifa del Metro. Ahora, viene el aumento en la tarifa del agua, la luz y el predial.
Más dramático es la situación cuando por el aumento de precios en alimentos se está volviendo hambrientos a más de 53.3 millones de mexicanos que viven en pobreza. Además, los pobres viven el desprecio, tratos ofensivos y discriminación de otros sectores sociales y económicos, que el vivir en tal situación solo se soporta ingiriendo alcohol.
Ante esta situación, los jóvenes mexicanos se están suicidando, están viviendo un proceso acelerado de deshumanización. Por ello, la protesta y la inconformidad, no ven un futuro alentador. La idea del cambio siempre es revolucionaria, se necesita coraje y valor, ya que una sociedad no puede avanzar si es pobre o miserable. Ya pasará el tiempo en el que afirma el intelectual mexicano, José Florencio Fernández Santillán, “La política es el arte de comer caca sin hacer gestos”. Es como viajar en el Metro de la Ciudad.
Por lo mismo, el operador político expriista-perredista, Manuel Camacho Solís, señala: “En una democracia la oposición es tan importante y merece tanto respeto como el propio gobierno. En una democracia se respetan los derechos de las minorías y desde luego el poder está limitado por lo que establece la Constitución…En una democracia se escucha a la opinión pública, no se le compra con campañas de publicidad, concesiones, controles y filtraciones de los aparatos policiacos. En una democracia se abren espacios para la democracia participativa. Se llevan a referéndum las decisiones más controvertidas….”
Los asesinos y los corruptos se protegen en la ley, y la ley mata a los inocentes, hablo de la corrupción que daña, las acciones de los individuos torcidas y perversas; los corruptos son culpables y no se les castiga, recuerdo una frase del escritor, poeta y dramaturgo irlandés, Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde, Oscar Wilde: “En el mundo común de los hechos, los malos no son castigados y los buenos recompensados”.
Por cierto, señala Edmund Burke, escritor y político británico: “Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada”.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
Universidad Nacional Autónoma de México.
oaristeolopez@gmail.com

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