El triunfo de Helmes como rector de la UABJO, será construir una nueva universidad, no sólo en las urnas


Miguel Ángel Schultz Dávila

El triunfo de Eduardo Martínez Helmes como rector de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca en los comicios efectuados el lunes 14 es un hecho, pero se confirmará sólo sí logra construir una nueva universidad y no solo en las urnas.

Aunque el proceso estuvo lleno de incertidumbre, es necesario decir que hay de incertidumbres a incertidumbres; la que se da en los procesos electorales democráticos es saludable.

Cuando en una jornada electoral se da una lucha de ideas y una confrontación de proyectos es buena; cuando hay una competencia electoral real; cuando no hay una elección de Estado; cuando las autoridades que van a ser reemplazadas no toman partido ni intervienen en el proceso para favorecer a sus probables sucesores, la incertidumbre es saludable.

Pero cuando las dudas se deben a un proceso incierto plagado de irregularidades la cosa cambia. Esto último fue lo que sucedió en la elección de rector en la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), que concluyó con los comicios de este lunes.

Sin embargo, ahora con el triunfo de Martínez Helmes se inicia otra incertidumbre, si podrá cumplir con la expectativas que despertó entre la grey universitaria que demanda una nueva universidad, alejada de la corrupción, el porrismo y la mediocridad académica.

Sin bien el proceso en el que ganó existieron irregularidades propias de un proceso parcializado, la sangre no llegó al río hasta el cierre de las casillas y el recuento final de votos.
Es verdad que no dejó de haber amagos de violencia, entre ellos la presencia de porros conocidos quienes se pasearon por diferentes lugares del campus universitario.

No faltaron también las inconformidades de electores que no estaban incluidos en el padrón y que se quejaron de no haber sido tomados en cuenta, como los estudiantes de la Facultad de Contaduría que tomaron la dirección de esa unidad académica por unas horas.

El rosario de puntos negros de este proceso deben incluirse las quejas de diferentes actores de la vida política de la UABJO, que denunciaron hechos irregulares como la de que se seguía coaccionando el voto o se impedía votar a algunos opositores o que se pagaban hasta con 250 pesos a los estudiantes para votar por algún candidato o candidata.

Posiblemente la presencia policiaca, enviados por el secretario de Seguridad Pública del gobierno del Estado, Marco Tulio López y sobre todo los 14 visitadores de derechos humanos comisionados por el nuevo Ombusman de Oaxaca, Arturo Peimbert Calvo defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca inhibió la presencia de quienes buscaban provocar actos que distorsionaran el proceso, incluyendo a los policías.

En efecto, las primeras horas de la jornada transcurrieron en paz porque no se sabía bien a bien cuáles eran las tendencias de la votación; en realidad, el peligro se incrementó a medida que transcurrían las horas y se veía qué rumbo tomaba el proceso.

Con la llegada de la hora del cómputo de los votos y de la calificación de la elección, saldrán a flote todas las irregularidades y el proceso podría salirse de cauce porque hay condiciones para que este escenario se presente, porque así lo diseño quien aún es rector de la Máxima Casa de Estudios de Oaxaca, Rafael Torres Valdéz, que es considerado el peor rector de toda la historia de la UABJO.

Hay que decir que uno de los ingredientes que abona más a ésta posibilidad es la evidente parcialidad y al mismo tiempo la incapacidad de quienes teóricamente dirigieron este proceso, que es precisamente el rector a través de la Comisión Electoral.

El árbitro, es decir la Comisión Electoral del Consejo Universitario, no pudo jugar el papel que debió desempeñar y que por ley le correspondía, ser imparcial.

Sus limitaciones se vieron desde un día antes de la jornada electoral, el domingo 13 de mayo, cuando la Comisión convocó a una conferencia de prensa en la que no supieron responder, sus integrantes, las inquietudes, que les fueron planteadas por diferentes reporteros.

Se limitaron a asegurar que los comicios se llevarían a cabo en un ambiente de tranquilidad y que sus resultados serían inapelables, confiados en el triunfo indiscutible de Aranda Besaury.

El cambio de sede de la sesión de Consejo Universitario que estaba anunciada para la Facultad de Arquitectura “Cinco de Mayo” y pasada al Edificio Labastida suscitó inquietudes.

El conteo inicial por lo cerrado y los rumores esparcidos sacó al proceso de sus cauces regulares y desató un litigio en los medios y las redes sociales, agregando elementos adicionales al ambiente de incertidumbre.

Desde varios días antes, uno de los candidatos con menos posibilidades de triunfo aseguró públicamente que el resultado de la elección se iba a definir en los tribunales, Zenón López.

De los hechos más destacados de violencia externa está la agresión que sufrió la voceadora de Adiario y la directora del mismo, Nadia Sanabia, por publicar que Aranda Besaury no contaba con el respaldo del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, José Narro, como lo presumía la candidata del rector de la UABJO.

Sin embargo, el hecho que sí permeó en las primeras horas de la tarde del lunes, fue que la candidata oficial, Aranda Besaury iba abajo en las tendencias del voto.

A pesar de todos los recursos que se le invirtieron a su candidatura cayó víctima del “localismo” (el facto nito) de los universitarios oaxaqueños; de la pesada carga que significó ser denominada como candidata oficial y sobre todo, el haber sido propuesta por un rector desprestigiado, Rafael Torres Valdéz en el seno de la comunidad universitaria.

Además por un ex rector, Francisco Martínez Neri que aparentemente tiene mucho poder y quiere todavía más, al ser diputado local de la 61 legislatura por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y por algunos funcionario del gobierno de Gabino Cué.

A reserva de que lo confirmen el Consejo Universitario, el candidato Eduardo Martínez Helmes, es el nuevo rector de la UABJO; con una diferencia de más de mil 500 votos; aunque Josefina Aranda Besaury, se apreste a impugnar con todo y con todos sus aliados el proceso que perdió.

El escenario preparado por las autoridades universitarias propiciaba la incertidumbre, ya que la sesión de Consejo Universitario fue citada hasta las nueve de la noche, máxima autoridades de la UABJO, pero con la diferencia de votos entre Josefina Aranda Besaury y Eduardo Martínez Helmes, también esa posibilidad se reventó.

Con pocas excepciones las urnas fueron cerradas a las seis de la tarde, aunque el recuento continúa al momento de escribir este artículo es irreversible la victoria de Martínez Helmes, aunque a los universitarios les espera todavía una larga jornada para definir un proyecto de nueva universidad, que no debe seguir plagada de los mismos vicios y limitaciones, de alcanzarlo entonces sí podríamos decir que el triunfo de Eduardo Martínez Helmes es irreversible, esperemos no equivocarnos.

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