Washington D.C, Estados Unidos.- Geovanna Bañuelos, junto con la delegación de senadoras y senadores mexicanos que viajaron a Washington para sensibilizar sobre las afectaciones que traerá la aprobación del impuesto a las remesas, expresaron su postura a sus homólogos republicanos y demócratas del Senado de Estados Unidos.
Las y los legisladores mexicanos manifestaron su preocupación por la carga económica que representará para las familias migrantes, y advirtieron de la posibilidad de que aumente el lavado de dinero y la pérdida de confianza en las instituciones financieras.
Bañuelos, vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, destacó que un gravamen al envío de remesas, representa una carga financiera adicional a familias migrantes de bajos ingresos, ya que cubren necesidades esenciales como alimentación, vivienda, salud y educación.
Aunado a que “el envío de dólares sería por canales informales y no regulados lo que iría en detrimento de los esfuerzos bilaterales para combatir el lavado de dinero y los flujos financieros ilícitos”, explicó la legisladora por el estado de Zacatecas.
Bañuelos y sus homólogos mexicanos, coincidieron que un gravamen a las remesas, también significa el debilitamiento de la confianza entre la comunidad migrante y las instituciones financieras estadounidenses, así como limitar una participación económica más amplia.
“Incluso impuestos modestos reducirían la eficacia de este apoyo, agravando la pobreza, la desigualdad y la inestabilidad en regiones donde Estados Unidos tiene importantes intereses estratégicos y económicos”.
Las y los legisladores que buscan sensibilizar a su contraparte en el Senado de Estados Unidos, argumentaron que exigir a los proveedores de servicios de remesas que verifiquen el estatus migratorio de sus clientes plantea serias preocupaciones de privacidad, ya que estarían obligados a llevar consigo su comprobante de ciudadanía, cada vez que se deseen hacer una transferencia.
“Las y los migrantes que cumplen la Ley podrían enfrentar una supervisión intrusiva y una mayor recopilación de datos, poniendo en riesgo la privacidad financiera y aumentaría el potencial de filtraciones y el uso inadecuado de información personal”, explicó.
Enfatizó que gravar las remesas es gravar el sacrificio de quienes sostienen dos economías, “es atentar contra la dignidad y el derecho de los migrantes”.
En el marco de la agenda de trabajo en Washington, Bañuelos conversó con Christopher Landau, subsecretario de Estado de Estados Unidos sobre los efectos e implicaciones negativas al impuesto de las remesas y los aranceles al acero y al aluminio.
Además, sostuvo reuniones con más de 10 legisladores estadounidenses, principalmente Republicanos, como los senadores Bernie Moreno, Marsha Blackburn, Bill Hagerty, Roger Marshall, Pete Ricketts y los demócratas Peter Welch y Catherine Cortez, así como con organizaciones sociales, académicos y autoridades financieras.