Jornaleros accidentados, parias abandonados a su suerte

Miguel Ángel Schultz

El accidente ocurrido en la caseta de cobro de Huitzo de la autopista Oaxaca-México, el pasado martes 10 de diciembre, donde murieron dos jornaleros migrantes y 40 más resultaron heridos -10 de ellos de gravedad-, prueba las condiciones precarias en las que trabajan y el menosprecio de la sociedad y del Gobierno a estos hombres y mujeres de Oaxaca, que migran por temporadas para ganarse el sustento, que no encuentran en sus empobrecidas poblaciones.

Ninguna autoridad significativa se presentó al lugar del siniestro, a pesar que el lugar no está a más de 60 kilómetros de distancia, que se recorren en menos de media hora, donde unos 30 kilómetros de carretera son de doble carril, lo que hace más fácil llegar al lugar donde ocurrió el fatal siniestro.

La falta de presencia de las autoridades de seguridad federales y estatales permitió que a algunos de los accidentados les robaran sus pertenencia, entre estos celulares, carteras y otros objetos de valor, lo que es un hecho deleznable.

Surge la pregunta: ¿Si el accidente le hubiera ocurrido a un camión de turistas europeos o estadounidense, la actuación de indolencia de los mandos tanto del Gobierno Federal de la Cuarta Transformación, como del Gobierno del Estado hubiera sido la misma?. Podemos afirmar que no.

En el Gobierno del Estado que preside Alejandro Murat Hinojosa no hay línea de mando que lleve a la administración a cumplir con sus deberes y obligaciones; en el Gobierno Federal de Andrés Manuel López Obrador, aún siguen embriagados por el poder y no actúan como lo que se dicen ser “Servidores de la Nación”, dejando todo el peso de la construcción del cambio de sistema al presidente, por lo que no asumen sus responsabilidades.

La Fiscalía General del Estado de Oaxaca, cuyo titular es Rubén Vasconcelos Méndez, confirmó que en el siniestro, ocurrido minutos después de la ocho de la mañana, perdieron la vida dos pasajeros, uno de 23 años originario de San Pedro Mixtepec, Oaxaca, y un joven de 16 años de San Cristóbal Honduras, Coatlán, Oaxaca, aunque según versiones de última hora, su edad es de 22 años.

En México, oficialmente un niño deja de serlo a partir de los 18 años y en el país el trabajo infantil está prohibido, este infante venía de un campo de legumbres que se encuentra en Hermosillo, Sonora, donde las condiciones laborales son precarias, según lo dieron a conocer los propios accidentados, quienes narraron que laboraron para Agrícola Becatete del grupo Bay, que exporta a Estados Unidos calabazas y pepinos, entre otros vegetales.

La empresa Bay informa que tiene tres campos agrícolas “El Dorado” y “Campo Selva” en Hermosillo y “Santa Anita” en Guaymas, Sonora. En su publicidad señala que es una empresa responsable con sus trabajadores y el medio ambiente. Entonces no se explica por qué los mando en un camión “destartalado”, en un viaje de más de tres días, ya que al momento del accidente llevaban más 40 horas de trayecto, por lo que el autobús traía dos choferes y un auxiliar.

La encargada del Servicio Nacional del Empleo, dependencia del Gobierno Federal, Grisel Valencia Sánchez, se limitó a informar que como esos migrantes no se habían contratado a través de la dependencia que representa no tenía más que hacer.

En tanto que el titular de la Coordinación de Normatividad e Inspección del Trabajo, área de la Secretaría General de Gobierno, Eliseo Mario Jorge Alberto Ramos, -que quien sabe que coordina- ni por enterado está de la existencia en Oaxaca de las y los jornaleros agrícolas, menos se ha enterado del accidente fatal del pasado martes.

De los heridos y fallecidos, el Gobierno buscaba afanosamente a sus familiares para que vinieran a recoger los cuerpos y pagar la curaciones ¿Dónde quedó el seguro del pasajero de la empresa a la que pertenece el autobús. ¿dónde está el seguro de la mal llamada supercarretera. ¿dónde está el seguro que debe cubrir el patrón y los derechos laborales?.

Los jornaleros agrícolas trabajan por temporada, de dos a nueve meses, en la modalidad de: destajo por piezas, por jornada de ocho horas o por surcos, donde se les paga al final de día. Generalmente no hay nómina ni prestaciones laborales. Reciben alimentos, que generalmente son de baja calidad, un lugar donde dormir, comparten baños, no cuentan con agua caliente pese al frio de la región y algunas jornaleras son sometidas a acoso sexual por los capataces. Lo lamentable es que aquí en su propia tierra no sean más que parias abandonados a su propia suerte, a pesar de la importancia que tienen para la economía de Oaxaca.

@MiguelAschultz

@OaxEntreLineas

josé

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