Luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó la inmediata liberación de los 12 integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT ), que fueron detenidos y sentenciados de 31 a 112 años de prisión por los enfrentamientos y conflictos registrados en la comunidad de San Salvador Atenco, en febrero y mayo de 2006, los ministros acordaron girar un telegrama dirigido a los penales en donde se encontraban recluidos para su inmediata liberación.
Los integrantes de la Corte llegaron a la conclusión de que en su caso se utilizaron pruebas ilegales o insuficientes, para acusarlos de delitos que no cometieron.
En tanto, senadores de las principales fuerzas políticas mostraron su satisfacción por el fallo de la SCJN que libera a los líderes de Atenco.
El coordinador del PAN en el Senado, Gustavo Madero, reconoció la labor de los ministros. Su contraparte del PRI, Manlio Fabio Beltrones, también mostró su beneplácito por la decisión. El senador del PRD, Carlos Sotelo, dijo que el fallo se traduce en “una de cal por las que van de arena”, pues desde su punto de vista a la “ineptitud” del gobierno federal, la Corte ha salido al quite para enderezar los asuntos legales que más han trastornado al país.
Al filo de las 22:30 horas, los nueve integrantes del FPDT de San Salvador Atenco recluidos desde el 3 y 4 de mayo de 2006 en el penal estatal Molino de Flores de Texcoco fueron dejados en libertad.
El primero en salir por la puerta principal fue Rodolfo Inés Cuéllar, líder del mercado San Antonio de Texcoco, quien fue recibido por más de 20 miembros del movimiento campesino que se opuso a la construcción del aeropuerto alterno de la ciudad de México en Texcoco.
Más tarde, Óscar Hernández Pacheco, Alejandro Pilón Zacate, Juan Estrada Cruces, Julio César Espinosa Ramos, Edgar Eduardo Morales, Narciso Arellano Hernández y los hermanos Jorge Alberto y Román Ordóñez Romero dejaron el Centro de Readaptación Social “Alfonso Quiroz Cuarón”.