Miguel Ángel Schultz
En la primera década de este siglo, el pronóstico para el destino de la música tradicional de Oaxaca era incierto por la avanzada edad de los maestros, las modas musicales y la penetración de la televisión y la radio en las comunidades más apartadas de Oaxaca, sin embargo los augurios negativos no tienen condiciones para cumplirse, por el trabajo que ha venido realizando la comunidad artística y la aportación de las instituciones culturales desde los gobiernos municipal, estatal y federal.
Sin bien los esfuerzos se muestran aún desarticulados, evidencian signos positivos de reencontrarse y mejorar las condiciones que existen para la actividad musical en Oaxaca, más aun con el aliento ofrecido por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de apoyar a las agrupaciones musicales, sobre todo las conformadas por niños y la instrucción que le dio a la titular de Cultura del Gobierno Federal, que le mandato públicamente se fuera a vivir a Oaxaca dos meses. (19 de octubre). Ya ha pasado un mes y aun no se instala.
El pronóstico atroz para la música está plasmado en el reportaje del periódico La Jornada, publicado bajo el título: En 15 o 20 años se extinguirá esa rica y variada expresión, alertan expertos, La música tradicional de Oaxaca, entre el mito y una realidad atroz (16-mayo-2007), por lo que ya han pasado 12 años y parece que las nuevas circunstancias fortalecen las actividades musicales en la entidad.
Tan era así que precisamente un 22 de noviembre de 2017 -Día del Músico-, uno de los principales diarios de Oaxaca, hacía notar que la única institución de formación musical en la capital del estado era la entonces Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO) -hoy elevada a Facultad de Música- que ha permitido que las y los músicos tengan una formación académica, a lo que también sin duda contribuyen diversas academias particulares.
Prueba de lo anterior es el hecho que la banda de música Tierra Mojada, de la cercana localidad de Huayapam, alcanzó fama mundial al participar en la película Coco, estrenada en octubre de 2017. Logró su participación gracias a que sus 17 integrantes tienen una sólida formación musical que les permitió desplazar a otras bandas y adquirir fama mundial.
Destaca la labor que ha venido desempeñando el Centro de Capacitación Musical de Desarrollo de la Cultura Mixe (CECAM), ubicado en Tlahuitoltepec, que refleja el gusto por la música de los pueblos originarios que conforman el estado de Oaxaca, ya que los niños ingresan a algún conjunto musical en sus localidades, lo que ha venido cimentando una larga tradición musical de Oaxaca, cuya Banda de Música del Estado, ha cumplido recientemente 151 años, lo que reafirma el gusto musical del pueblo de Oaxaca.
En este marco llama la atención la denuncia realizada por Nathanael Lorenzo Hernández que presentó una queja ante la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) contra la Secretaría de Cultura (DDHPO/1877/01/Oax/201) en su calidad de músico tradicional y director de Banda Filarmónica Infantil y Juvenil Calmécac.
Denuncia Lorenzo Hernández que a los artistas del exterior se les hacen pagos millonarios y a los locales se les piden rebajen sus cotizaciones, en referencia a que al grupo musical Los Ángeles Azules se le pagó tres millones de pesos y al de él que pidió 85 mil pesos, le cubrieron 75 mil pesos, por su participación en los festejo de la Guelaguetza 2019.
También, pide la intervención del Congreso del Estado, por lo que surgen dudas del propósito de tal reclamo, ya que en un principio reconoció que por primera vez una dependencia del Gobierno del Estado le pagó la presentación de su banda infantil, esperemos que ello no represente solo el interés de recursos económicos por el apoyo ofrecido por López Obrador y estemos ante el umbral que se pierda una buena intención de fortalecer la música en Oaxaca y se transforme en una disputa por el dinero.
@MiguelAschulz