Pide Defensoría a CNDH investigue posible negligencia médica que dañó a paciente del IMSS en Salina Cruz

La DDHPO remitió expediente de queja
Un paciente acusa a médicos del IMSS de negligencia en su tratamiento.

* Médico, al realizar laparoscopia, perforó el esófago del agraviado

* Quejoso tuvo que ser intervenido en seis ocasiones para atender secuelas de perforación

Oaxaca, Oax., 31-mar-2016.- La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) solicitó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) investigar posibles violaciones a las prerrogativas fundamentales de un ciudadano oaxaqueño, por parte de personal médico del IMSS quien habría incurrido en diversas negligencias al perforarle el esófago ocasionando complicaciones y daños irreversibles en diversos órganos.

El quejoso acusó a médicos y personal hospitalario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) adscrito al Hospital General de Zona número dos, ubicado en Salina Cruz, y al Hospital General de Zona número, 1 de la ciudad de Oaxaca de Juárez, como responsables de los daños que sufrió.

El organismo defensor inició el expediente de queja DDHPO/682/(01)/OAX/2016 al recibir un escrito del ciudadano, quien señaló que debido a que padecía de una hernia hiatal que le provocaba reflujo, se sometió a una cirugía laparoscópica que supuestamente corregiría su problema, según le aseguró el médico adscrito al Hospital General de Zona con Medicina Familiar número dos, ubicado en Salina Cruz.

El agraviado manifiesta en su escrito que el médico le había dicho que la intervención era sencilla y que al día siguiente del procedimiento sería dado de alta; sin embargo, la intervención laparoscópica se complicó, por lo que el cirujano prolongó la operación por más de cinco horas, pues al parecer por un descuido perforó el esófago del paciente.

Ante la Defensoría, el quejoso sostuvo que el médico responsable de esa primera cirugía no corrigió la perforación, provocando que la salud del agraviado se complicara, además de que no informó a los familiares sobre el estado del paciente y proporcionó información distinta en el expediente clínico, ya que en este asentó que había realizado una operación de extracción de vesícula.

El quejoso expone que, debido a la información errónea que brindó el cirujano, los médicos de guardia que vigilaban su recuperación no pudieran proporcionar el tratamiento adecuado para su condición.

El agraviado agregó que el médico responsable no admitió la existencia de una perforación en el esófago sino hasta que los síntomas lo hicieron innegable, lo cual obligó al cirujano a admitir la existencia del problema.

Por ello, tuvo que ser intervenido por segunda ocasión por el mismo médico que le ocasionó la perforación. Nuevamente, el procedimiento tardó otras cinco horas, pero durante la recuperación del operado los médicos se percataron de que el problema no había sido corregido.

Debido a que la salud del quejoso se deterioraba cada vez más, fue intervenido por tercera vez, pero en esta ocasión actuó un médico distinto, quien logró cerrar la perforación en el esófago del paciente; sin embargo, el agraviado presentaba un cuadro infeccioso agudo y tuvo que volver a ser operado para atender a nivel interno la infección.

El quejoso, por las complicaciones médicas que presentó, hubo de ser trasladado del Hospital General de Zona número dos de Salina Cruz al Hospital General de Zona número 1 de la ciudad de Oaxaca de Juárez. Allí, los médicos, tras evaluar los daños y la gravedad del paciente, advirtieron a sus familiares que no sobreviviría, pero que intentarían atenderlo.

El personal médico de Hospital General de Zona número uno consideró que ante la gravedad de la condición médica tenían que intervenirlo, pero durante esta cirugía nuevamente fue víctima de otra negligencia, pues los médicos le suministraron un anestésico al que es alérgico, complicando la operación y su recuperación, además de dejar manchas permanentes en su cuerpo.

El quejosos explicó que tiene daños irreversibles y considerables en diversos órganos, como el páncreas, el hígado, los intestinos y los riñones; además, por la perforación, perdió un tendón en el esófago, el cual tiene como función unir y contener los intestinos, por lo que debió ser operado por sexta vez para colocarle una malla quirúrgica en la pared abdominal, a fin de contener los órganos; sin embargo, con cualquier esfuerzo o golpe se puede romper esa red y ocasionar un estallamiento de vísceras, lo que le provocaría la muerte.

La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca pidió a la Comisión Nacional de Derechos Humanos su intervención, para lo cual le remitió el expediente de queja, pues los servidores públicos señalados como responsables son del orden federal.

La institución autónoma solicitó a la CNDH que investigue lo señalado por el agraviado y emita la resolución correspondiente al caso.

josé

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