El sindicalismo, las oposiciones políticas y sociales, las mujeres, la literatura y la imagen, son temas de los primeros cinco libros de la nueva colección editorial que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dedica a la historia del Siglo XX.
“Claves para la historia del Siglo XX mexicano” es el título de esta nueva serie, que integra ensayos escritos por una veintena de investigadores de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del INAH, pensados para su divulgación entre estudiantes de secundaria y preparatoria.
El historiador Mario Camarena Ocampo, uno de los coordinadores de esta colección, señaló que una de las intenciones de su publicación es que “estos conocimientos de los especialistas, se tradujeran en pequeños documentos, escritos de manera sencilla, pero sin quitar la complejidad que entrañan los procesos históricos”.
La idea es que aunque se trata de trabajos individuales, éstos fueron discutidos de forma colectiva al interior del área de Historia Contemporánea de la Dirección de Estudios Históricos del INAH.
Además, dijo, consideraron tratar los temas sobre mujeres, literatura, sindicalismo, oposiciones políticas y sociales, e imagen, en términos de todo lo que fue el siglo XX, y no sólo en torno a la Revolución Mexicana”.
La colección, agregó, también ayuda a comprender el momento actual, por ejemplo, “saber cuál es la situación que está viviendo el sindicalismo y sus transformaciones, entre ellas, las nuevas formas de contratación denominada “flexibilidad laboral”.
Por lo que hace al libro “Los matices de la rebeldía”, éste permite hablar de cómo el XX fue un siglo de muchos movimientos sociales, pero éstos han tenido características diferentes conforme las etapas históricas”.
A su vez, la literatura mexicana no fue ajena a estos procesos, sino que abrevó de ellos, como fue el caso de las novelas con temas revolucionarios
Respecto al impacto de los medios masivos de comunicación, Camarena apuntó que en esta construcción de imaginarios colectivos, “el cine retomó elementos de la cultura popular, creó sus propios símbolos, y por medio de las películas impactó en la sociedad definiendo modos de vestir y de comportarse, entre otros aspectos”.
La caricatura fue también juez y parte de la política, al reflejar sus excesos y simultáneamente criticarla. “Ahora, la fotografía y el cine nos hablan también de los grupos que conforman la sociedad mexicana”.
Las formas de participación política de la mujer mexicana se tratan en el volumen intitulado “De espacios domésticos y mundos públicos”, en él consta la participación de este sector social en la lucha revolucionaria a través de la Casa del Obrero Mundial.
Otro ensayo habla de su lucha por el sufragio y otro más por su derecho a la vivienda a fines del siglo XX. Todo ello, a partir de historias de vida, de la voz de varias mujeres que representan en sí mismas las vicisitudes de cientos, de miles más.
“La mujer siempre ha participado en la vida política y en la vida económica. A principios del siglo XX, las mujeres laboraron en la industria textil; en los años 40 desaparece su participación en las fábricas por una serie de decretos, y se insertan en el ramo de los servicios. Ya en la década de los 60 nos encontramos mujeres en la vida profesionista”.
Según Camarena, la historiografía debe tender a realizar trabajos que abarquen los grandes procesos del siglo XX y que terminan en el XXI, “esa es por lo menos la preocupación de la Subdirección de Historia Contemporánea de la DEH, de ahí que no sólo tengan esa colección sino también los diplomados.