Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
Se equivocan quienes consideran que con los resultados de la jornada electoral del pasado domingo 5 de junio se ha cerrado el capítulo de la elección de gobernador, 42 diputados y 153 presidentes municipales, porque la inestabilidad política apenas inicia y seguirá más allá de la toma de protesta del ejecutivo que será el 1 de diciembre próximo y de concejales el 1 de enero del 2017, por lo que seguramente veremos palacios municipales tomados y enfrentamientos.
El piso en el que transcurrió la elección es fangoso, por la carencia de una Ley Electoral de Oaxaca, armonizada con la federal, todo porque los diputados de la LXII Legislatura aprobaron el año pasado una reforma que fue echada abajo por inconstitucional el pasado mes de octubre, por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), al haber elevado a ley un mazacote jurídico sin sustento legal y para colmo, en una sesión camaral donde se enfrentaron a golpes las y los diputados, celebrada en julio pasado.
Desafortunadamente la lentitud con el que avanzó el reporte del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) en Oaxaca hizo que a las dos de mañana -ocho horas después del cierre de casillas- se contara sólo con el 17 por ciento de las casillas computadas. Ello sembró de dudas y sombras el proceso.
Ese retraso llevó a los representantes del PRD, Ariel Orlando Morales Reyes; del PAN, Edgar Manuel Jiménez García, y del PT, Noel Rigoberto García Pacheco, a solicitar un informe a la empresa PoderNet, S.A. de C.V, a quien se le contrato el PREP, cuyo costo fue de 20 millones de pesos, para que no se le pague por ineficiente.
En tanto que el representante del Partido Morena, Flavio Sosa Villavicencio, sin consideración pidió la renuncia del consejero presidente del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, Gustavo Meixueiro Nájera, a quien calificó de incapaz. Al consejero Uriel Pérez le preguntó de la “mochada” recibida para defender a la empresa, como lo intento hacer.
El lunes por la mañana el gobernador Gabino Cué -ante la magnitud de lo que representa que José Antonio Estefan Garfias, abanderado del PRD-PAN, no este aceptando el resultado, como lo cantó ese mismo día- inmediatamente declaró que llamaba a las candidatas, candidatos y dirigentes de partidos políticos a respetar los resultados avalados por los órganos electorales.
Con ello públicamente le quitó el piso a Estefan Garfias, dejándolo suelto en su reclamo de triunfo arrebatado, al menos que quiera seguir sin el respaldo del mandatario reivindicando una victoria electoral que no alcanzó, a decir de los resultados del PREP, que no son la última palabra.
En tanto que Alejandro Murat Hinojosa, conocedor de los riesgos que implican las dudas y sombras que envuelven los comicios, se ha apresurado a tender los puentes necesarios con los integrantes de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CENTE), para ofrecerles la revisión de la Ley de Educación Pública de Oaxaca.
Sin duda que esta jugada de colmillo de triple vuelta y olfato político de sabueso viejo, corresponde a su principal asesor, que es su papá.
Desde el lunes mismo, centenares de integrantes de la 22 han salido a la calle, al igual que miembros de Morena -cada quien por su lado- a descalificar los resultados electorales, al considerarlos fraudulentos.
Los principales impulsores de la alianza con Morena son la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), por lo que varios candidatos a puestos de elección popular fueron integrantes de la UTE o del Frente Popular Revolucionarios (FPR), con los que mantienen vínculos orgánicos.
Sin embargo, con la agilidad que se mueve un paquidermo, los integrantes de la 22 del SNTE, se incorporaron a la actividad proselitista dos días antes de los comicios. Sino otro resultado se tuviera.
Baste observar el giro de 180 grados que dio la UTE y el FPR, en los comicios federales de junio del 2015, cuando llamaron y boicotearon el proceso con lo que abrieron el triunfo al PRI, al menos en tres distritos electorales federales, Huajuapan, Pinotepa Nacional y Teotitlán de Flores Magón y uno al PRD, el de Oaxaca, donde perdió el PRI.
Pero aun así, nadie pone en duda el peso de los maestros de la CNTE, que hicieron crecer como la espuma a Salomón Jara Cruz, candidato a gobernador por Morena, que mantuvo una campaña de presencia, hasta que 15 días antes de la elección se dio cuenta de la oportunidad que había desperdiciado. Esto explica que hoy Morena sea la segunda fuerza electoral de Oaxaca y que los conflictos electorales apenas comiencen.
@MiguelAschultz
