Reporteros sin Fronteras condena los bloqueos, los ciberataques y las presiones políticas contra cablegate.wikileaks.org, sitio de Wikileaks dedicado a la publicación de cables diplomáticos estadounidenses. La organización también se encuentra preocupada por las declaraciones de algunos dirigentes políticos estadounidenses en lo que concierne a Wikileaks y su fundador, Julian Assange.
A finales de noviembre, tras la publicación de más de 250.000 cables diplomáticos, Julian Assange debió retirar su sitio de los servidores de Suecia y lo albergó en Estados Unidos, en la compañía Amazon.com. Ésta, a su vez, recibió presiones políticas de la Comisión del Senado estadounidense de seguridad territorial y, en particular, del senador Joe Lieberman, para dejar de albergar el sitio del hacker australiano. Después de haber sido expulsado de Amazon, el sitio encontró refugio para una parte de su contenido en Francia, en OVH. El Ministro de la Industria, encargado de la Economía Digital, Eric Besson, declaró el viernes 3 de diciembre que el gobierno francés estudiaba los medios para prohibir que se albergue al sitio. Recientemente también el proveedor del nombre de dominio de Wikileaks, EveryDNS, le canceló sus servicios. Varios países como Tailandia y China, en los que el respeto de la libertad de expresión y de información es más que tema de desconfianza, decidieron bloquear cablegate.wikileaks.org.
Es la primera vez que observamos un intento de censura a escala internacional de un sitio cuya primera vocación es la transparencia. No deja de asombrarnos el hecho de que países como Francia y Estados Unidos alineen repentinamente su política en materia de libertad de expresión con la de China. Recordamos, especialmente a Francia y Estados Unidos, que no concierne al poder político decidir si un sitio permanece o no, sino a la justicia.
En paralelo, las autoridades estadounidenses contemplan la posibilidad de emprender acciones penales contra Julian Assange. Dos senadores estadounidenses, los republicanos John Ensign y Scott Brown, así como el senador independiente Joe Lieberman, depositaron un proyecto de ley para facilitar los recursos legales contra Wikileaks y su fundador, proponiendo volver ilegal la publicación de nombres de informantes de los servicios de inteligencia estadounidenses. Esto, mientras que una investigación penal se encuentra ya en curso y cierto número de dirigentes políticos estadounidenses ha pedido que se haga todo lo posible para arrestar a Julian Assange.
Reporteros sin Fronteras no puede sino condenar este encarnizamiento y reitera su convicción de que el sitio Wikileaks, según la primera enmienda de la Constitución estadounidense, tiene derecho a publicar estos documentos e incluso, realiza una obra útil al ponerlos a disposición de los periodistas y los lectores.
Subrayamos que toda restricción a la libertad de difundir este corpus de documentos afectará a la prensa en su conjunto, que ha retomado ampliamente la información proporcionada por Wikileaks. Cinco grandes periódicos internacionales han colaborado activamente en su publicación editorial. La organización también recuerda que siempre ha actuado bajo el principio de “la neutralidad de la Red”, según el cual los proveedores de acceso y de alojamiento web no deben jugar ningún rol en la elección de los contenidos puestos en línea.