* En 20 años no hemos visto cambios en la vida de una gran cantidad de menores: psicólogo clínico
Ciudad de México.- La adopción aporta mucha esperanza desde una doble perspectiva, por un lado, la de los padres que quieren tener hijas o hijos para formar una familia o del mismo modo, las niñas, niños y adolescentes que quieren crecer en un hogar feliz, amados, respetados y queridos, señaló Josefina Vázquez Mota, senadora y presidenta de la Comisión de los Derechos de la Niñez y Adolescencia.
Al inaugurar el foro digital “Adopción de niñas, niños grandes y adolescentes, y su derecho a vivir en la familia”, resaltó que adoptar significa darle una segunda oportunidad a una persona que probablemente ha sufrido un proceso de abandono y en ocasiones maltrato.
Sostuvo que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México más de 30 mil niñas, niños y adolescentes esperan ser adoptados, y se encuentran bajo la protección de cerca de 900 casas hogar, albergues, refugios y otras modalidades de cuidado institucional públicos y privados en todo el país.
La organización “Tejiendo Redes Infancia” señala que más del 80 por ciento de las niñas, niños y adolescentes residentes de los Centros de Asistencia Social en México tiene más de seis años de edad; y según Aldeas Infantiles SOS México, las niños, niñas y adolescentes que son mayores de siete años, tienen menos probabilidades de ser acogidos por alguna familia, dijo.
Aunado a lo anterior, Vázquez Mota agregó que el Inegi también reportó que más del 70 por ciento de las niñas, niños y adolescentes que sus edades van de los siete hasta los 18 años, tienen dificultad para encontrar un hogar.
Gaudencio Rodríguez Juárez, psicólogo clínico y psicoterapeuta sostuvo que en México hace falta una política de Estado, una política pública enfocada para este sector de la población, y que no sea solamente impulsada por la sociedad civil, porque aunque intervenga el sector público, “mientras no haya un presupuesto suficiente para este rubro no habrá cambios en la realidad de estos menores. Cada vez que empieza un sexenio se cree que habrá cambio, pero en 20 años no lo hemos visto en la vida de una gran cantidad de menores”.
Rodríguez Juárez afirmó que es urgente contar con procesos de adopción más ágiles, con procedimientos estandarizados y documentados en todos los sistemas para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), pero sobre todo solidaridad, voluntad, ética y responsabilidad humana.
Por su parte, la senadora Audelia Villarreal Zavala externó que sin duda como lo mencionó Gaudencio, la adopción restituye el derecho de vivir en familia y del sentido de pertenencia.
“Este tema hay que abordarlo con valentía, porque en cada niña, niño y adolescente hay una oportunidad. Me entristece que no todas las historias de adopción sean de éxito. Los menores tienen derecho en saber la situación jurídica en la que se encuentran, contar con apoyo emocional en la ruta de independencia y establecer el camino de integración a la sociedad”, asentó.
Cecilia Ortega González, quien vivió por 10 años en un centro de asistencia social, hizo un llamado a las autoridades de los tres órdenes de Gobierno, al DIF, a las Procuradurías de Protección y a las Asociaciones Civiles, a nombre de todas las niñas, niños y adolescentes con posibilidad de ser adoptados, para que den prioridad a la adopción y a las necesidades de quienes están en esta situación para que su reintegración a la sociedad sea exitosa.
“Exhorto a las autoridades a que pongan mayor enfoque en los centros de asistencia social; que las personas encargadas de los mismos tengan experiencia en la protección de los niños, niñas y adolescentes, sean capacitados de manera continua y en materia de derechos; y que haya un acompañamiento continúo en todo momento, ya que es su obligación garantizar su derecho a vivir en familia”, afirmó Cecilia.
Mayela Sánchez Vázquez Mellado, fundadora de Embajadoras & Embajadores Adopción México, indicó que muchos de estos menores siguen sufriendo que haya un sistema adultocentrista; que los responsables de los centros no sean capacitados, pues en cada cambio de administración en el sector público hay movimientos y no todos los trabajadores están preparados; y la importancia de contar con un Registro Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes en Adopción para que se permita conocer ¿cuántos son?, ¿cuál es su situación jurídica? y ¿dónde están?.
“Como sociedad nos queda ser vigilantes de que todos los compromisos con la infancia se cumplan”, concluyó Sánchez Vázquez Mellado.
