LA PANDEMIA AGRAVA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER POR EL AISLAMIENTO SOCIAL, DIFICULTADES ECONÓMICAS Y CREENCIA DEL HOMBRE A SU DOMINIO: GESMUJER

VIOLENCIA DE GÉNERO EN OAXACA Y COVID-19

ASPECTOS QUE REQUIEREN ATENCIÓN

Con la finalidad de hacer un balance de lo que en el Grupo de estudios sobre la mujer “Rosario Castellanos” identificamos durante este período de confinamiento y considerando que aun cuando paulatinamente inicie la “nueva normalidad” en el contexto de la COVID-19, se mantendrá el riesgo para las mujeres y las niñas de enfrentar situaciones de violencia, deseamos llamar la atención sobre algunos aspectos que requieren ser visibilizados, a fin de mejorar los servicios institucionales.

A partir del 20 de marzo, acatando las recomendaciones gubernamentales de aislamiento social a consecuencia de la emergencia sanitaria de la COVID-19, en el GESMujer abrimos una línea telefónica de emergencia para casos en que se requiere salvaguardar la integridad física, emocional, económica, sexual en incluso la vida de las mujeres.

El origen de la violencia de género, es el resultado de estereotipos o creencias culturales donde los hombres han aprendido a utilizar el control y el miedo para reafirmar su dominio sobre las mujeres, las niñas y los niños. El confinamiento agrava la violencia doméstica debido a que se combinan además de las inequidades de género diferentes factores: un entorno social de incertidumbre, una mayor presencia, en cuanto a tiempo y espacio compartido de los varones en el hogar, las dificultades económicas como resultado de las pérdidas de empleos, o la falta de oportunidades para quienes tienen empleos informales.  

En el GESMujer de manera permanente se brinda atención legal y psicológica a mujeres en situación de violencia, poner a disposición una línea de emergencia debido a la pandemia, nos ha permitido identificar el grado de vulnerabilidad que enfrentan las mujeres al interior de su hogar, en los espacios públicos y en otros ámbitos, así como identificar el papel de las instituciones encargadas de proteger el derecho de las mujeres a la libertad, la seguridad, la integridad, la vida y la justicia, en el contexto de la COVID-19.

Tal y como sucedió ante la declaratoria de alerta de género en 40 municipios de Oaxaca, se logró posicionar el tema del incremento a la violencia hacia las mujeres y las niñas como consecuencia del confinamiento en casa, de ahí la importancia de hacer un análisis sobre aquellos aspectos que siguen representando barreras para acceder a la justicia.

Como GESMujer consideramos que es necesario contar con un mapeo que permita identificar los niveles y gravedad de violencia familiar, violencia sexual y de género, de la emisión de órdenes de protección y de los casos de niñas y mujeres desaparecidas. Estamos convencidas de que la violencia feminicida es un grave problema estructural,  pero también contribuye la suma de omisiones y negligencias en su atención, lo que significa que hay indicios que pueden predecir el nivel de riesgo de sufrir una muerte violenta y es ahí donde urge una actuación profesional, oportuna y estratégica.

LOS DATOS

En nuestra organización hemos brindado 211 servicios a niñas, jóvenes y mujeres en situación de violencia. Las acciones realizadas en el área psicológica contemplan contención en crisis, atención por estrés post traumático y terapia breve y de emergencia; en el área jurídica se está brindando asesoría legal, canalización, acompañamiento y seguimiento a casos.

De las 42 mujeres que solicitaron apoyo a través de la línea de emergencia del GESMujer, en el 77% de los casos la violencia fue ejercida por parte del esposo, pareja, concubino; en el 7% por parte del ex esposo/ex pareja; En el 5% la violencia la ejerció el novio o ex novio; y en el 11% por otros (desconocidos en espacio público, por redes sociales, en ámbitos laborales).

En cuanto a las edades, el 7% correspondió a niñas y adolescentes menores de 18 años, un 5% de mayores de 49 años y en el 88% se ubicaron a mujeres de 19 a 48 años, lo que significa que es en la edad de máxima productividad, en la que han enfrentado todos los tipos de violencia. Cabe mencionar que un 5% de las mujeres son hablantes de lengua indígena.

Con respecto a la ocupación, las niñas, jóvenes y mujeres que solicitaron atención a la línea de emergencia, el 60% manifestaron ser amas de casa o dedicarse al hogar, el 16% correspondió a estudiantes, un 12% pertenecen a la economía informal, un 7% son profesionistas y un 5% empleadas.

Con esta pequeña muestra y conociendo el perfil de quienes han solicitado apoyo, se confirma que la violencia basada en el género no respeta edad, educación, situación económica o condición indígena.

AVANCES

Cada caso atendido es una historia donde se combinan múltiples violencias. Las mujeres están avanzando en desnaturalizar los diferentes tipos de violencia, están tomando la decisión de buscar alternativas para salir de una relación que les produce ansiedad, miedo, tristeza, impotencia. Atreverse a dar ese primer paso, es condición necesaria para detener la violencia antes de que crezca en frecuencia e intensidad. Buscar ayuda cuando se dan cuenta que no es normal que sus parejas:

Les controlen todo el tiempo, las celen, les quiten su dinero, destruyan su celular para mantenerlas incomunicadas, usen su tarjeta de crédito, les quiten su computadora para que renuncien a dar clases en línea.

Las amenacen con denunciarlas por abandono de hogar, con quitarle a sus hijas e hijas, provocarles miedo mostrándoles fotos de mujeres víctimas de feminicidio, con la amenaza de que les puede pasar lo mismo.

Mujeres que cansadas de sufrir malos tratos, golpes, violencias de todo tipo: física, emocional, económica o sexual, que deciden abandonar su casa, llevando con ellas a sus hijas e hijos, están reconociendo: ¡Tenemos derecho a vivir libres de todas las formas de violencia!

OBSTÁCULOS: EJEMPLOS DE RE VICTIMIZACIÓN

Por principio nuestra muestra es reducida y puede no ser representativa, pero ejemplifica áreas de oportunidad para mejorar los servicios que las instituciones brindan a las niñas y mujeres en situación de violencia.  Durante el confinamiento, las mujeres están buscando ayuda aún a riesgo de contagio de la COVID-19, por ello guardando la confidencialidad, se muestran algunas dificultades de las mujeres para acceder a servicios de atención:

REGRESAR A SU CASA, HABLAR CON SU PAREJA Y PENSAR BIEN LAS COSAS

A “Cuando llegó estaban otras mujeres esperando a ser atendidas, guardando su distancia. La pasaron a las oficinas del Centro de Justicia para las Mujeres (CEJUM), la primera persona que la entrevisto le dijo que le platicara en qué consistía su ida a dicha instalación, por lo que ella manifestó que desde hace más de  diez días tenía problemas con su pareja, la cual desempeña un oficio, pero con todo esto de la pandemia su pareja no está trabajando y se desquitaba maltratándola, por lo que quería tener seguridad de una dependencia que apoyara a mujeres como ella, o que si fuera necesario un lugar donde quedarse en caso de emergencia, o cuál sería el procedimiento.  El personal le preguntó que desde cuando estaba viviendo con su pareja y terminó diciéndole que estaba muy joven, que fuera a platicar con su pareja y que pensara bien las cosas y si seguía teniendo problemas regresara.”

CONDICIONAMIENTO DE DENUNCIA PENAL PARA RECIBIR ATENCIÓN

B “La mujer llegó al edificio de la Fiscalía Especializada en delitos por razón de género, le solicitaron su registro y una identificación. Le preguntaron qué en que podían servirle, ella manifestó que tenía problemas con su esposo ya que tenía dos días que había llegado tomado el señor y la empezó a insultar y a recriminarla y que ella se sentía con miedo, quería saber si podía pasar al CEJUM a pedir apoyo para sentirse segura. Le dijeron que para tener acceso al CEJUM primero tendría que presentar una denuncia en contra de la persona que se sentía agredida y que ese era su esposo, sin antes, no podía entrar al CEJUM, por lo que ella solo dijo, que no sabía si quería poner una denuncia, por lo que el personal la invito a analizar su situación familiar, la usuaria dio las gracias y se retiró”

¿Cuántas mujeres están enfrentando estas conductas violatorias a su derecho a vivir libres de violencias? No lo sabemos, pero en reiteradas ocasiones la inconformidad de las mujeres es qué si no llegan con graves lesiones físicas ante una autoridad, no son escuchadas, lo cual es grave, pero más aún si los casos ocurrieron en instancias especializadas de atención a las mujeres y durante el período que públicamente se afirma que es de alta prioridad.

Negar el acceso a servicios especializados en atención a la violencia desde que ésta inicia, significa no comprender que la violencia se agrava si no se atiende a tiempo, por ello:

URGE

 1.- La aplicación de la perspectiva de género en el servicio de atención, sin minimizar, cuestionar, ni sugerir o aconsejar con base a criterios personales, los cuales obstaculizan el acceso a un servicio profesional.

2.- Evitar el condicionamiento de una denuncia penal para acceder a servicios y al CEJUM. La denuncia es un derecho, pero no debe ser un obstáculo para recibir orientación y asesoría para tomar decisiones informadas.

3.- Aplicar el protocolo de identificación del nivel de riesgo de la usuaria y que se le informe sobre sus opciones basadas en sus derechos.

CARENCIA DE PERSONAL MÉDICO PARA CERTIFICAR LESIONES

C La mujer entró a las oficinas para solicitar atención en el CEJUM, sin embargo, en la entrada, le preguntaron cuál era el asunto al que iba, por lo que ella mencionó que buscaba asesoría legal ya que su pareja la había golpeado dos días antes y todavía se le veían las marcas de los golpes y necesitaba saber qué procedía. La persona que la atendió de la Fiscalía le comentó que era ahí donde debía pasar ya que lo que procedía era una denuncia y ella accedió. Le tomaron su declaración y después la pasaron con la Psicóloga.  Con respecto a las lesiones la mandaron a servicios periciales para que el área médica le certificara, pero como ya era muy tarde y las oficinas de servicios periciales se encuentra lejos, acudió al día siguiente.

La Fiscalía Especializada para la atención a Delitos contra la Mujer por Razón de Género tiene dentro de sus responsabilidades levantar las denuncias de las mujeres víctimas de violencia por razón de género, con apoyo de las áreas periciales médica y psicológica.

Con este caso deseamos llamar la atención en lo que significa para una mujer, en tiempos de normalidad, recorrer diferentes instituciones para buscar justicia y cómo la carencia de un modelo de intervención integral, les obliga a exponerse a un posible contagio de la COVID-19, debido a que no pudo contar con una certificación de lesiones en el mismo lugar especializado en atender la violencia hacia las mujeres.

URGE

1.- Aplicar el protocolo de identificación del nivel de riesgo de la usuaria, ya que la violencia física es una señal de que está escalando el riesgo para la mujer, por lo que es necesario que se le informe sobre la necesidad de definir un plan de seguridad y sus opciones basadas en sus derechos.

2.- Que se asigne personal permanente para realizar peritajes médicos y psicológicos en las propias instalaciones, para evitar traslados a diferentes instancias, pues en cada trámite adicional se corre el riesgo de que la mujer abandone el proceso y por lo tanto se incremente el riesgo para su integridad y su vida.

NO SE PUEDE GARANTIZAR SU SEGURIDAD: EL AGRESOR ES POLICÍA

D “Vía telefónica la usuaria solicita asesoría legal ya que la última vez que su pareja la golpeó, ella decidió huir de la casa con su hija e hijo. No puede hacer una denuncia penal ya que su esposo es policía”

Interponer una denuncia es una decisión difícil porque no hay confianza en la justicia y en este caso la mujer está consciente del nivel de riesgo que enfrenta, su esposo es policía, maneja un arma. Cuando una mujer denuncia, se debe acompañar de un plan de seguridad, pero si el agresor está dentro de las instancias encargadas de proteger a las mujeres, se vuelve un obstáculo más.

URGE

1.- Realizar un trabajo intenso con el personal que atiende la violencia basada en el género, considerado también a la policía, que incluya capacitación, pero de inicio un diagnóstico que permita reconocer a aquellos varones que tienen mayores dificultades para manejar su violencia, pues es peligroso que sean quienes atiendan a las llamadas de emergencia por violencia, de otras mujeres.

DIFICULTAD PARA OBTENER UNA ORDEN DE PROTECCIÓN

E “Ante una situación de continúas discusiones con su ex pareja, su presencia en la vivienda de ella, inicialmente por convivencia con una hija en común, siente miedo de sus reacciones agresivas, por lo que acude a la Fiscalía General para solicitar una orden de protección, pero le informan que el trámite lo tendría que hacer en los juzgados familiares. Dos días después acude al CEJUM, la atiende una trabajadora social a quien le expresa su problema. La respuesta que le dieron fue que ahí no tramitaban órdenes de protección, que eso se hacía en los juzgados familiares, le pidieron su número telefónico, sin embargo, no le llamaron”

En las instancias especializadas en atención a la violencia (FGEO) y a la violencia hacia las mujeres (Fiscalía Especializada por razón de género y CEJUM), no fue posible tramitar una orden de protección. La Ley dice que éstas serán tramitadas ante el ministerio público correspondiente o familiar en turno, a falta de éstos en los juzgados mixtos que correspondan, en caso de que tengan que ser ante un juzgado el acompañamiento será por parte de las abogadas del CEJUM. Tendrán una temporalidad de 72 horas y emitirse en las 24 hrs siguientes.

URGE

1.- Evitar que las mujeres tengan que recorrer varias instancias para conseguir una orden de protección. Las mujeres deben acceder de manera sencilla, con información clara y precisa a las órdenes de protección, independientemente de que exista o no una denuncia penal.

2.- Que en todos los casos de violencia se identifique la pertinencia de una orden de protección, que se le explique a la usuaria sus alcances y limitaciones como parte del Protocolo de Atención

3.-  Que se haga un seguimiento puntual a las mujeres que la han solicitado y se les haya otorgado, ya que se encuentran en riesgo. El seguimiento es posible debido a que las órdenes deben quedar en el expediente único de víctimas, registradas en el banco nacional de datos e información sobre casos de violencia hacia las mujeres.

VIOLENCIA Y DILACIÓN EN PENSIÓN ALIMENTICIA

F “En la tarde me golpeó, a pesar de que ya estamos separados. Me llamó para ponernos de acuerdo sobre la pensión, pero terminó golpeándome. Tengo iniciado un juicio sobre guarda, custodia y pensión alimenticia, pero por la pandemia no avanza el trámite, los juzgados solo tienen personal de guardia”

Cuando las violencias son múltiples, las mujeres enfrentan obstáculos en más de una institución. La violencia económica afecta los derechos de las mujeres, sus hijos e hijas, pero además ejercer sus derechos en el ámbito familiar puede representar un riesgo de que la violencia se incremente.

URGE

1.- Establecer mecanismos ágiles que garanticen la asignación de pensiones alimenticias, ya que es uno de los aspectos que más vulneran a las mujeres, sus hijos e hijas. Además aplicar el protocolo para identificar el nivel de riesgo y poner a su disposición medidas de protección en el sistema de justicia.

REVISIÓN DEL PROTOCOLO DE ATENCIÓN EN CASOS DE VIOLACIÓN

Los casos de violación que se están acompañando nos han mostrado, una vez más, los enormes obstáculos que enfrentan las mujeres para acceder a la justicia. En tiempos de pandemia, cada acción, con cada instancia, se vuelve un recorrido interminable que coloca a las víctimas y sus familias en situación de riesgo de contraer la COVID-19 por los traslados que deben estar realizando.

Hay varios temas que se abordarán posteriormente, porque los delitos sexuales y especialmente la violación enfrentan de manera agravada, los prejuicios derivados de una visión misógina y patriarcal que obstaculizan el derecho a la justicia. 

Sin embargo, una acción que puede atenderse de manera sencilla e inmediata para evitar un embarazo producto de una violación, es la aplicación de la Norma Oficial Mexicana 046 de atención a víctimas de violación: Ofrecer y/o proporcionar la Pastilla de Anticoncepción de Emergencia.

Desafortunadamente en los casos que actualmente se acompañan, les han solicitado conseguirlas en COESIDA, lo cual implica nuevamente traslado a otra institución, pero como tampoco contaban con ellas en dicha institución, fue necesario comprarlas. O en otros casos, es la propia mujer quien la solicita dado que no se le ofrece, pero al no contar con ellas también les recomendaron que fueran compradas. Cabe mencionar que la urgencia de la aplicación de manera inmediata, se debe a que la efectividad de la PAE disminuye conforme pasan las horas después de la violación.

URGE

1.- En la atención de primer contacto con una mujer víctima de violación, ofrecer la Pastilla de Anticoncepción de Emergencia y previo consentimiento informado, proporcionarla con las indicaciones pertinentes y el seguimiento médico.

Conclusiones

La violencia que enfrentan las niñas y las mujeres es un problema estructural, la COVID-19 visibilizó el riesgo de su incremento de ahí la importancia de proveer servicios de emergencia coordinados, con personal sensibilizado, capacitado para realizar intervenciones desde una perspectiva de género, de manera oportuna y eficiente.

Lamentablemente la violencia feminicida se ha mantenido durante la pandemia, mujeres jóvenes víctimas de feminicidio habían sido reportadas por sus familias como desaparecidas, es decir contaban con carpetas de investigación, sus cuerpos fueron encontrados en fosas clandestinas causando indignación, dolor e impotencia. ¿Alguna de las mujeres que han sido asesinadas de manera violenta, habría acudido a buscar apoyo a alguna institución?, ¿alguna solicitaría una certificación de lesiones o una orden de protección? 

Por ello hacemos un llamado a las instituciones a identificar sus áreas de oportunidad, estamos conscientes de que atender a cientos o miles de mujeres es un desafío, pero las mujeres están tomando conciencia de sus derechos, lo cual es un gran avance,  están empezando a confiar en que las instituciones harán lo que por ley les corresponde, por lo mismo urge atender profesionalmente su demanda pues será un aprendizaje para otras mujeres, ya que si encuentran justicia alentará a otras a buscar alternativas, pero si la experiencia es negativa, se quedarán en sus casas, con el consecuente riesgo para su vida.

De la misma manera, consideramos fundamental mantener un monitoreo a nivel municipal, los casos de Tuxtepec, de San Mateo del Mar, de Huautla de Jiménez, de Ejutla de Crespo y tantos otros señalan la urgencia de actuar a nivel cercano, por lo que hay. Que evaluar el desempeño de las instituciones que previenen y atienden la violencia hacia niñas y mujeres.

Miguel Ángel

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