Onda expansiva del golpe de estado en Bolivia, llega a México

Miguel Ángel Schultz

En Bolivia se perpetró un golpe de Estado que derrocó al presidente, Evo Morales, que sigue en curso, por lo que no se puede cuantificar el costo que este hecho violento tiene. Morales ha sido derrocado cuando aún tenía el estatus de presidente, que perdería en enero de 2020, luego de gobernar por 13 años, nueve meses y 18 días, siendo el mandatario que más tiempo ha estado al frente de ese país en toda su historia, para la cual tuvo que modificar la Constitución.

Los acontecimientos de Bolivia deben ser una enseñanza para las administraciones de América, ya que si bien es evidente la injerencia de Estados Unidos, eso no justifica el cometer errores que permitan que organizaciones de derecha tomen ventaja, que sean los policías y militares quienes terminen derrocando a gobiernos legítimos.

El principal error de Evo Morales, fue prolongar su mandato, pesé el éxito económico que ha representado con un crecimiento que en un momento alcanzó el 5.1 por ciento promedio anual entre el 2005 y 2014, por lo que llegó a representar uno de los mayores de Latinoamérica luego del Perú (6.1 por ciento) y Uruguay (5.2 por ciento). El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticaba un crecimiento de 3.9 por ciento en este 2019.

El triunfo del domingo 20 de octubre de Evo Morales fue por estrecho margen, que impidió ir a una segunda vuelta. Según cifras dadas a conocer por el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSEB), un día después de los comicios -lunes 21 de octubre 2019- dio a conocer que Evo Morales había alcanzado el 46.86 por ciento frente al 36.72 por ciento de su oponente, el ex presidente Carlos Mesa, por lo que fue declarado presidente y cuyo mandato se extendería hasta el 2025.

De inmediato Carlos Mesa, por cierto periodista, acusó que los comicios habían sido un escandaloso fraude y solicitó la presencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), que siempre ha actuado como un instrumento de Estados Unidos a lo largo de su existencia -30 de abril 1948, Bogotá, Colombia-.

Ante el golpe de Estado que vive Bolivia, el Gobierno de México ha ofrecido asilo a 20 integrantes destacados de la administración de Evo Morales, en tanto el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, dio a conocer que el presidente Andrés Manuel López Obrador reconocía la postura de Evo Morales de renunciar para evitar exponer a su pueblo a la violencia y mantenía la postura de no intervención.

Surgen las condenas de diversos países del mundo a lo que ha acontecido en Bolivia, donde se están saqueando casas, incluyendo la de Evo Morales, y algunas son incendiadas.

A la hora de escribir, trascendió que el presidente ha sido detenido, situación que no ha sido confirmada. Quienes sí han sido aprehendidos son: María Eugenia Choque, presidenta del Tribunal Supremo Electoral, y Antonio Costa, ex vicepresidente del organismo, luego que la OEA encontró irregularidades en el cómputo en la contienda presidencial del 20 de octubre 2019.

Ante la inconformidad del resultado electoral, Evo Morales ofreció una segunda vuelta, pero la oposición ya no aceptó y determinó exigir la renuncia del presidente, por lo que inició movilizaciones que se caracterizaron por actos violentos, que al final fueron respaldados por la policía y finalmente los mandos del Ejército pidieron la renuncia del mandatario, a lo que accedió.

El largo Gobierno de Evo Morales se explica al haber realizado la refundación del Estado y transformarlo en un Estado Plurinacional generando una nueva Constitución Política del Estado que contempla un nuevo orden”, según concluía el Tribunal Constitucional en 2009.

En Bolivia, para evitar una segunda vuelta se requiere alcanzar una votación de por lo menos el 40 por ciento de los sufragios y un 10 por ciento superior al del más cercano oponente.

Evo Morales parecía imparable en las urnas desde 2005 cuando alcanzó al triunfo en las elecciones presidenciales por primera vez con su organización Movimiento Al Socialismo (MAS) que obtuvo el 54 por ciento; en 2008 logró el 67 por ciento, en un referéndum que lo mantuvo en el gobierno; en el 2009 su propuesta de Constitución logró el 60 por ciento; en el 2009 obtuvo el 64.22 por ciento de la votación presidencial y fue reelecto en el 2014 con el 63.36 por ciento. Sin embargo en la consulta de si se presenta en las elecciones para un cuarto periodo en febrero de 2016, pierde con el 49 por ciento frente al 51 por ciento.

Evo Morales desde luego cometió un error de cálculo, no percibió que la clase dominante de Bolivia que es racista, no estaba derrotada, y que su permanencia tan prolongada en el poder fue minando la unidad entre las organizaciones sociales que lo llevaron al poder.

El golpe de Estado en Bolivia tendrá una onda expansiva que tocará las puertas de México, por lo que veremos una ofensiva de la derecha para dañar la credibilidad del Senado de la República y desprestigiar a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que presidirá Rosario Piedra Ibarra, a partir de este mes.

@MiguelAschulz

josé

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