Pongamos todo en perspectiva / Carlos Villalobos
La cultura pop siempre ha sido el perfecto indicador para saber qué es lo que pensamos en un momento determinado, o lo que las industrias quieren que creamos; un ejemplo claro es que en los años ochenta las historias de guerras espaciales y de conflictos armados fuera de la vía láctea serían nuestro pan de cada día, sin embargo, pareciera que erraron de forma olímpica.
Como si fuera parte de una novela distópica cyberpunk, hoy las guerras se están librando en los pequeños aparatos que acompañan nuestras vidas desde nuestros bolsillos y que son los que nos motivan a dar cada paso; nuestros celulares con Internet.
Tik Tok es una aplicación desarrollada por Byte Dance, una multimillonaria empresa china que ha sido impulsada, aunque lo nieguen, por el Gobierno chino y poco a poco ha estado acaparando la atención y el mercado más importante para la humanidad luego del petróleo; los datos y metadatos de las y los usuarios alrededor del mundo.
A tal punto ha llegado la importancia de esta red social, que hoy Alphabet, el conglomerado que antes conocíamos como Google; Meta, conglomerado que antes conocíamos como Facebook, Twitter, Amazon y demás notables empresas tecnológicas del mundo están temblando ante el acaparamiento que está realizando la red social basada en videos y que con solo un par de movimientos de nuestros pulgares, nos puede dar la dopamina que nuestras vidas necesitan y a veces hasta más.
Y si tik tok está creciendo como lo hace, es por la cantidad de información que capta de los propios usuarios, cosa que no nos debe de sorprender porque en realidad este modelo es “normal” en este contexto digital, que nos ha tocado vivir. Lo realmente escalofriante, es la cantidad de procesamiento de datos que tiene Tik Tok, lo que hace pensar a usuarios que “alguien si los conoce”.
El problema, es que los algoritmos que utiliza esta aplicación de forma voluntaria llegan a ocultar tendencias o temáticas que no son afines a China, tal como pasa en otras redes, sin embargo, el problema de todo esto radica principalmente en cómo los usuarios ya no escogemos qué ver y en ese momento estamos ante algún ente oculto que literalmente nos está dictando, qué hacer, qué decir, qué pensar y hasta qué sentir.
A pesar de que soy un ávido usuario, más no creador, de esa red social, es momento que nos demos un momento para reflexionar cómo este tipo de prácticas nos ponen entre la espada y la pared y como poco a poco es evidente, que así como en los noventas se enseñaba como si y como no usar las computadoras, es fundamental que se ya se fomenten manuales o buenas prácticas en línea con tal de protegernos como usuarios; buscando desde el bienestar mental, hasta nuestros datos personales.
De momento nos queda que ya hoy Tik Tok, es modelo a seguir entre las industrias y en el momento en el que escribo este texto han anunciado que se lanzarán al mercado musical ya de forma global, lo cual pone en perspectiva el poder que le damos a las empresas, y a las naciones detrás, sobre nuestros consumos y sobre todo acerca de nuestra atención.
Twitter @carlosavm_